65 Versículos de la Biblia sobre Los evangelistas, Ministerio de
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¡Qué hermosos son sobre los montes Los pies del que trae buenas nuevas, Del que anuncia la paz, Del que trae las buenas nuevas de gozo, Del que anuncia la salvación, {Y} dice a Sion: ``Tu Dios reina!"
Pero El les dijo: ``También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios, porque para esto Yo he sido enviado."
Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y proclamar el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús {como} el Cristo (el Mesías).
Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios y el nombre de Cristo Jesús, se bautizaban, tanto hombres como mujeres.
Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los Griegos, predicando el evangelio (las buenas nuevas) del Señor Jesús.
¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: `` ¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!"
para ser ministro de Cristo Jesús a los Gentiles, ministrando a manera de sacerdote el evangelio de Dios, a fin de que la ofrenda {que hago} de los Gentiles sea aceptable, santificada por el Espíritu Santo.
Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo (el Mesías).
Después de mucho debate, Pedro se levantó y les dijo: ``Hermanos, ustedes saben que en los primeros días Dios escogió de entre ustedes que por mi boca los Gentiles oyeran la palabra del evangelio y creyeran.
Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), no con palabras elocuentes, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Porque si predico el evangelio (anuncio las buenas nuevas), no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber {de hacerlo.} Pues ¡ay de mí si no predico el evangelio!
Ahora les hago saber, hermanos, el evangelio que les prediqué (anuncié), el cual también ustedes recibieron, en el cual también están firmes, por el cual también son salvos, si retienen la palabra que les prediqué (anuncié), a no ser que hayan creído en vano.
No nos gloriamos desmedidamente, {esto es,} en los trabajos de otros, sino tenemos la esperanza de que conforme la fe de ustedes crezca, nosotros seremos, dentro de nuestra esfera, engrandecidos aún más por ustedes, para predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas) aun a las regiones {que están} más allá de ustedes, {y} para no gloriarnos en lo que ya se ha hecho en la esfera de otro.
``Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los vivos y de los muertos. "De El dan testimonio todos los profetas, de que por Su nombre, todo el que cree en El recibe el perdón de los pecados."
Al día siguiente Juan estaba otra vez allí con dos de sus discípulos, y vio a Jesús que pasaba, y dijo: ``Ahí está el Cordero de Dios."
``Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, {es decir,} el Espíritu de verdad que procede del Padre, El dará testimonio de Mí, y ustedes también darán testimonio, porque han estado junto a Mí desde el principio.
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."
``A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. "Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que ustedes ven y oyen.
Y Pablo, entró según su costumbre, y por tres días de reposo discutió con ellos {basándose} en las Escrituras, explicando y presentando evidencia de que era necesario que el Cristo (el Mesías) padeciera y resucitara de entre los muertos, y {diciendo:} ``Este Jesús, a quien yo les anuncio, es el Cristo."
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, {esto escribimos} acerca del Verbo de vida. Y la Vida (Cristo) se manifestó. Nosotros {la} hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros. Lo que hemos visto y oído les proclamamos también a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. En verdad nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo.
porque: ``TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO." ¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Después que Juan había sido encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando (proclamando) el evangelio (las buenas nuevas) de Dios. ``El tiempo se ha cumplido," decía, ``y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean en el evangelio."
``Por tanto, hermanos, sepan que por medio de El les es anunciado el perdón de los pecados; y que de todas las cosas de que no pudieron ser justificados por la Ley de Moisés, por medio de El, todo aquél que cree es justificado.
y después de sacarlos, dijo: ``Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?" Ellos respondieron: ``Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y {toda} tu casa." Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.Leer más.
El carcelero los tomó en aquella {misma} hora de la noche y les lavó las heridas, y enseguida fue bautizado con todos los suyos. Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos.
Y discutía en la sinagoga todos los días de reposo, tratando de persuadir a Judíos y a Griegos.
Entonces Agripa II {le dijo} a Pablo: ``En poco tiempo me persuadirás a que me haga Cristiano."
Es por medio de El que hemos recibido la gracia y el apostolado para {promover la} obediencia a la fe entre todos los Gentiles, por amor a Su nombre;
Sin embargo, {haya sido} yo o ellos, así predicamos y así creyeron ustedes.
Por tanto, conociendo el temor del Señor, persuadimos a los hombres, pero a Dios somos manifiestos, y espero que también seamos manifiestos en las conciencias de ustedes.
Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre. Al llegar a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los Judíos; y tenían también a Juan de ayudante.
Pasaron por Pisidia y llegaron a Panfilia. Después de predicar la palabra en Perge, descendieron a Atalia;
Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole: ``Pasa a Macedonia y ayúdanos." Cuando tuvo la visión, enseguida procuramos ir a Macedonia, persuadidos de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio.
Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir.
Entonces Jesús llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad (poder) sobre los espíritus inmundos;
Entonces Pedro los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
Cuando Pablo y Bernabé entraron juntos en la sinagoga de los Judíos en Iconio, hablaron de tal manera que creyó una gran multitud, tanto de Judíos como de Griegos.
Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia (provincia occidental de Asia Menor).
Entonces los hermanos inmediatamente enviaron a Pablo para que fuera hasta el mar; pero Silas y Timoteo se quedaron allí. Los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas; y después de recibir órdenes de que Silas y Timoteo se unieran a él lo más pronto posible, se fueron.
por su participación en el evangelio (en anunciar las buenas nuevas) desde el primer día hasta ahora.
Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio.
Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: ``No temas, sigue hablando y no calles; porque Yo estoy contigo, y nadie te atacará para hacerte daño, porque Yo tengo mucha gente en esta ciudad." Entonces Pablo se quedó {allí} un año y seis meses, enseñando la palabra de Dios entre ellos.
{Pablo} se quedó por dos años enteros en la habitación que alquilaba, y recibía a todos los que iban a verlo, predicando el reino de Dios y enseñando todo lo concerniente al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbo.
Entretanto que llego, ocúpate en la lectura {de las Escrituras,} la exhortación y la enseñanza. No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio.
Predica la palabra. Insiste a tiempo {y} fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta con mucha (toda) paciencia e instrucción.
Pues no somos como muchos, que comercian (corrompen) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, hablamos en Cristo delante de Dios.
Porque nuestra satisfacción es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad {que viene} de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia ustedes.
Pues nuestra exhortación no {procede} de error ni de impureza ni {es} con engaño, sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones. Porque como saben, nunca fuimos a {ustedes} con palabras lisonjeras, ni con pretexto para sacar provecho. Dios es testigo.
Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros. Porque recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, {cómo,} trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de ustedes, les proclamamos el evangelio de Dios.
"Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. "Ustedes saben que estas manos me sirvieron para mis {propias} necesidades y las de los que estaban conmigo.
Nos agotamos trabajando con nuestras propias manos. Cuando nos ultrajan (insultan), bendecimos. Cuando somos perseguidos, lo soportamos.
¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar?
¿Son servidores de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio) yo más. En muchos más trabajos, en muchas más cárceles, en azotes un sinnúmero de veces, con frecuencia en peligros de muerte. Cinco veces he recibido de los Judíos treinta y nueve {azotes}. Tres veces he sido golpeado con varas, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y he pasado una noche y un día en lo profundo.Leer más.
Con frecuencia en viajes, en peligros de ríos, peligros de salteadores, peligros de {mis} compatriotas, peligros de los Gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajos y fatigas, en muchas noches de desvelo, en hambre y sed, con frecuencia sin comida, en frío y desnudez. Además de tales cosas externas, está sobre mí la presión cotidiana {de} la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién es débil sin que yo sea débil? ¿A quién se le hace pecar sin que yo no me preocupe intensamente?
salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones. "Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
Entonces el comandante llegó y lo arrestó, y ordenó que lo ataran con dos cadenas, y preguntaba quién era y qué había hecho.
{Oren} también por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que {al proclamar}lo hable sin temor, como debo hablar.
Ellos aceptaron su consejo, y después de llamar a los apóstoles, {los} azotaron y {les} ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús y {los} soltaron.
La multitud se levantó a una contra ellos, y los magistrados superiores, rasgándoles sus ropas, ordenaron que {los} azotaran con varas. Después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad;
Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo (Pablo).
Pero vinieron {algunos} Judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes. Apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo, y al instante cerraron las puertas. Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante de la compañía (tropa) {Romana} que toda Jerusalén estaba en confusión.
"He servido al Señor con toda humildad, con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los Judíos.
sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como saben, tuvimos el valor, {confiados} en nuestro Dios, de hablarles el evangelio (las buenas nuevas) de Dios en medio de mucha oposición (de mucho conflicto).
Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo, de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
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