64 Versículos de la Biblia sobre Mendigos

Versículos Más Relevantes

2 Reyes 6:26

Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dió voces, y dijo: Salva, rey señor mío.

2 Reyes 8:3-5

Y como fueron pasados los siete años, la mujer volvió de la tierra de los Filisteos: después salió para clamar al rey por su casa, y por sus tierras. Y había el rey hablado con Giezi, criado del varón de Dios, diciéndole: Ruégote que me cuentes todas las maravillas que ha hecho Eliseo. Y contando él al rey cómo había hecho vivir á un muerto, he aquí la mujer, á cuyo hijo había hecho vivir, que clamaba al rey por su casa y por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey señor mío, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir.

Job 19:16

Llamé á mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.

Job 24:4-5

Hacen apartar del camino á los menesterosos: Y todos los pobres de la tierra se esconden. He aquí, como asnos monteses en el desierto, Salen á su obra madrugando para robar; El desierto es mantenimiento de sus hijos.

Job 29:11-12

Cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me veían, me daban testimonio: Porque libraba al pobre que gritaba, Y al huérfano que carecía de ayudador.

Salmos 109:10

Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.

Lamentaciones 4:4

La lengua del niño de teta, de sed se pegó á su paladar: Los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo partiese.

2 Samuel 14:4

Entró pues aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva.

2 Reyes 1:13

Y volvió á enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta: y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, hincóse de rodillas delante de Elías, y rogóle, diciendo: Varón de Dios, ruégote que sea de valor delante de tus ojos mi vida y la vida de es

Job 30:28

Denegrido ando, y no por el sol: Levantádome he en la congregación, y clamado.

Mateo 18:26-32

Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor, movido á misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda. Y saliendo aquel siervo, halló á uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y trabando de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que debes.Leer más.
Entonces su consiervo, postrándose á sus pies, le rogaba, diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso; sino fué, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda. Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon á su señor todo lo que había pasado. Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste:

Marcos 10:46

Entonces vienen á Jericó: y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran compañía, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.

Lucas 18:35

Y aconteció que acercándose él á Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;

Lucas 16:20-21

Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado á la puerta de él, lleno de llagas, Y deseando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.

Juan 9:8

Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿no es éste el que se sentaba y mendigaba?

Hechos 3:2-3

Y un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ponían cada día á la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. Este, como vió á Pedro y á Juan que iban á entrar en el templo, rogaba que le diesen limosna.

Isaías 58:6-7

¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, deshacer los haces de opresión, y dejar ir libres á los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y á los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne?

Juan 12:8

Porque á los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas á mí no siempre me tenéis.

Proverbios 31:9

Abre tu boca, juzga justicia, Y el derecho del pobre y del menesteroso.

Lucas 6:30

Y á cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no vuelvas á pedir.

Josué 24:7

Y como ellos clamasen á Jehová, él puso oscuridad entre vosotros y los Egipcios, é hizo venir sobre ellos la mar, la cual los cubrió: y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto.

Jueces 4:3

Y los hijos de Israel clamaron á Jehová, porque aquél tenía nuevecientos carros herrados: y había afligido en gran manera á los hijos de Israel por veinte años.

Jueces 6:6

Era pues Israel en gran manera empobrecido por los Madianitas; y los hijos de Israel clamaron á Jehová.

2 Crónicas 14:11

Y clamó Asa á Jehová su Dios, y dijo: Jehová, no tienes tú más con el grande que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres

Amós 7:5

Y dije: Señor Jehová, cesa ahora; ¿quién levantará á Jacob? porque es pequeño.

Salmos 18:6

En mi angustia invoqué á Jehová, Y clamé á mi Dios: El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, á sus oídos.

2 Samuel 24:10

Y después que David hubo contado el pueblo, punzóle su corazón; y dijo David á Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, ruégote que quites el pecado de tu siervo, porque yo he obrado muy neciamente.

1 Crónicas 21:8

Y dijo David á Dios: He pecado gravemente en hacer esto: ruégote que hagas pasar la iniquidad de tu siervo, porque yo he hecho muy locamente.

Salmos 28:2

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo á ti, Cuando alzo mis manos hacia el templo de tu santidad.

Jonás 2:2

Y dijo: Clamé de mi tribulación á Jehová, Y él me oyó; Del vientre del sepulcro clamé, Y mi voz oiste.

Lucas 16:27

Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes á la casa de mi padre;

Mateo 14:35-36

Y como le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron á él todos los enfermos; Y le rogaban que solamente tocasen el borde de su manto; y todos los que tocaron, quedaron sanos.

Marcos 6:56

Y donde quiera que entraba, en aldeas, ó ciudades, ó heredades, ponían en las calles á los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos.

Marcos 5:12

Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos á los puercos para que entremos en ellos.

Lucas 8:32

Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejó.

Mateo 15:22

Y he aquí una mujer Cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija es malamente atormentada del demonio.

Marcos 7:26

Y la mujer era Griega, Sirofenisa de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.

Marcos 10:47

Y oyendo que era Jesús el Nazareno, comenzó á dar voces y decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí.

Lucas 5:12

Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí un hombre lleno de lepra, el cual viendo á Jesús, postrándose sobre el rostro, le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Marcos 1:40

Y un leproso vino á él, rogándole; é hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme.

Lucas 8:28

El cual, como vió á Jesús, exclamó y se postró delante de él, y dijo á gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Ruégote que no me atormentes.

Lucas 9:38-40

Y he aquí, un hombre de la compañía clamó, diciendo: Maestro, ruégote que veas á mi hijo; que es el único que tengo: Y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole. Y rogué á tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

Juan 4:47

Este, como oyó que Jesús venía de Judea á Galilea, fué á él, y rogábale que descendiese, y sanase á su hijo, porque se comenzaba á morir.

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