46 Versículos de la Biblia sobre la eternidad

Para la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,

Y esta es la promesa, la cual él nos prometió, la vida eterna.

Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y á Jesucristo, al cual has enviado.

Que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna.

Por tanto, al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Eternalmente tuve el principado, desde el principio, Antes de la tierra.

Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.

No mirando nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.

Y he aquí, uno llegándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?

Estas cosas he escrito á vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

Israel es salvo en Jehová con salud eterna; no os avergonzaréis, ni os afrentaréis, por todos los siglos.

Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre: si yo hiciere, ¿quién lo estorbará?

Todo lo hizo hermoso en su tiempo: y aun el mundo dió en su corazón, de tal manera que no alcance el hombre la obra de Dios desde el principio hasta el cabo.

El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

LAMED. Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos.

E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.

Escudriñad las Escrituras, porque á vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

Los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia,

Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

El que tiene al Hijo, tiene al vida: el que no tiene la Hijo de Dios, no tiene la vida.

Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, para vida eterna.

Y sé que su mandamiento es vida eterna: así que, lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo.

(Porque la vida fué manifestada, y vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido;)

Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, á la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.

Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Porque este Dios es Dios nuestro eternalmente y para siempre: El nos capitaneará hasta la muerte.

Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.

Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.

Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.

Estas empero son escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.