32 casos

'Cada' en la Biblia

Éstos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

sino que demandará cada mujer a su vecina y su huéspeda joyas de plata, joyas de oro, y vestiduras, las cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto.

Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.

pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron serpientes: mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.

Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, joyas de plata y de oro.

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de sus padres, un cordero por familia.

Y si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces tomará a su vecino inmediato a su casa, y según el número de las personas, cada uno conforme a su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero.

El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación: ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que aderecéis lo que cada cual hubiere de comer.

Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá una porción para cada día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.

Y sucederá que en el sexto día prepararán lo que han de recoger, que será el doble de lo que solían recoger cada día.

Esto es lo que Jehová ha mandado: Recogeréis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol calentaba, se derretía.

En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron a Moisés, y se lo hicieron saber.

Mirad que Jehová os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar; y que nadie salga de su lugar en el séptimo día.

La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de cada tabla.

Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

Y las piedras serán con los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus.

Y sacrificarás el becerro de la expiación en cada día para las expiaciones; y limpiarás el altar cuando hayas hecho expiación por él, y lo ungirás para santificarlo.

Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar cada día: dos corderos de un año, continuamente.

Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aderezare las lámparas lo quemará.

Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los contares, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.

Y él les dijo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.

Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que Él dé hoy bendición sobre vosotros.

Y sucedía que, cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba cada cual en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.

Y todo el pueblo miraba la columna de nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, y todo el pueblo se levantaba, cada uno a la puerta de su tienda, y adoraba.

Y recibieron de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayendo ofrendas voluntarias cada mañana.

Vinieron, por tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.

La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.

Cada tabla tenía dos espigas para unirlas una con otra; así hizo todas las tablas del tabernáculo.

Eran, pues, ocho tablas, y sus bases de plata dieciséis; dos bases debajo de cada tabla.

Y las piedras eran conforme a los nombres de los hijos de Israel, doce según los nombres de ellos; como grabaduras de sello, cada una con su nombre según las doce tribus.

Reina Valera Gómez (© 2010)