33 casos

'Cada' en la Biblia

Estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

sino que demandará cada mujer a su vecina y a su huéspeda vasos de plata, vasos de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto.

Entonces los gobernadores de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.

pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron dragones; mas la vara de Aarón tragó las varas de ellos.

Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, vasos de plata y de oro.

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero por familia;

mas si la familia fuere pequeña que no alcance a comer el cordero, entonces tomará a su vecino cercano de su casa, y según el número de las personas, cada uno conforme a su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero.

Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí yo os lloveré pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, o no.

Mas al sexto día aparejarán lo que han de encerrar, que será el doble de lo que solían coger cada día.

Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Cogéreis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

Y lo recogían muy de mañana, cada uno según lo que había de comer; y cuando el sol calentaba, se derretía.

En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron a Moisés, y se lo hicieron saber.

Mirad que el SEÑOR os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su casa, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.

La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de la misma tabla.

Dos quicios tendrá cada tabla, trabadas la una con la otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

Asimismo harás el atrio del tabernáculo: al lado del mediodía, al austro, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud cada lado;

Y serán aquellas piedras según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una según su nombre, serán a las doce tribus.

Y sacrificarás el novillo de la expiación en cada día para las expiaciones; y expiarás el altar, y lo ungirás para santificarlo.

Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente.

Además una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite molido; y la libación será la cuarta parte de un hin de vino con cada cordero.

Y quemará sobre él Aarón sahumerio de aroma cada mañana, cuando aderezare las lámparas lo quemará.

Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará al SEÑOR el rescate de su persona, cuando los contares, y no habrá en ellos mortandad por haberlos contado.

Y él les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.

Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado al SEÑOR, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros.

Y sucedía que, cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba cada cual en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.

Y viendo todo el pueblo la columna de nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba todo el pueblo, cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.

y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos le traían aun ofrenda voluntaria cada mañana.

Tanto que vinieron, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.

La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.

Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro; así hizo todas las tablas del tabernáculo.

Eran, pues, ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.

Las piedras eran conforme a los nombres de los hijos de Israel, doce conforme a los nombres de ellos; como grabaduras de sello, cada una conforme a su nombre según las doce tribus.

Sagradas Escrituras (1569)