125 casos en 6 traducciones

'Labios' en la Biblia

Y respondió Moisés delante del SEÑOR, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan, ¿cómo pues me escuchará el Faraón, mayormente siendo yo incircunciso de labios?

Y Moisés respondió delante del SEÑOR: He aquí, yo soy incircunciso de labios, ¿cómo pues me ha de oír el Faraón?

También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal o bien, en cualesquiera de las cosas que el hombre profiere con juramento, y él no lo supiere; si después lo entiende, será culpado en una de estas cosas.

Pero si tuviere esposo, e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma;

Mas si cuando su marido lo oyó, la vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y el SEÑOR la perdonará.

Mas si su marido los anuló el día que los oyó; todo lo que salió de sus labios en cuanto a sus votos, y en cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y el SEÑOR la perdonará.

Guardarás lo que tus labios pronunciaren; y harás, como prometiste al SEÑOR tu Dios, lo que de tu libre voluntad hablaste por tu boca.

Sucederá entonces que cuando muchos males y tribulaciones vengan sobre ellos, este cántico declarará contra ellos como testigo (pues no lo olvidarán los labios de sus descendientes); porque yo conozco el plan que ahora están urdiendo antes de que los traiga a la tierra que juré {darles}.

Dices, (por cierto palabras de labios): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí?

Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos; por tanto yo pondré mi anzuelo en tus narices, y mi freno en tus labios, y yo te haré volver por el camino por donde viniste.

Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo,

Oíd, pues, ahora mi disputa, y estad atentos a los argumentos de mis labios.

Tu misma boca te condenará, y no yo; y tus mismos labios testificarán contra ti.

Hablaré pues y respiraré; abriré mis labios, y responderé.

Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán conocimiento puro.

Tale el SEÑOR todos los labios lisonjeros; la lengua que habla grandezas,

que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?

Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Pero al impío Dios le dice: ¿Qué derecho tienes tú de hablar de mis estatutos, y de tomar mi pacto en tus labios?

He aquí proferirán con su boca; espadas están en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.

que pronunciaron mis labios, y habló mi boca, cuando estaba angustiado.

Mis labios se alegrarán cuando cantare alabanzas a ti; y mi alma, a la cual rescataste.

En cuanto a la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra.

Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite;

Oíd, porque hablaré cosas excelentes; y abriré mis labios para cosas rectas.

El que guiña del ojo acarrea tristeza; Y el loco de labios será castigado.

Los labios del justo conocerán la voluntad de Dios; mas la boca de los impíos habla perversidades.

El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.

Los labios veraces permanecerán para siempre, pero la lengua mentirosa, sólo por un momento.

cierra sus ojos para pensar perversidades; mueve sus labios, efectúa el mal.

El malhechor escucha a los labios perversos, el mentiroso presta atención a la lengua detractora.

Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.

Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios.

porque es cosa deleitable, si las guardares en tus entrañas; y que juntamente sean ordenadas en tus labios.

mis entrañas también se alegrarán, cuando tus labios hablaren cosas rectas.

Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del loco lo echan a perder.

Tus labios, como un hilo de grana, y tu habla hermosa; tus sienes, como cachos de granada a la parte adentro de tus guedejas.

Panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos es como el olor del Líbano.

Sus mejillas, son como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, son como lirios que destilan mirra que trasciende.

y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los que duermen.

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