'Pedro' en la Biblia
Cuando hubieron entrado {en la ciudad,} subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo (hermano de Juan) y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo {hijo} de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, {hijo} de Jacobo.
Por este tiempo, un grupo como de ciento veinte personas estaba reunido allí, y Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, y dijo:
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once {apóstoles}, alzó la voz y les declaró: ``Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras.
Al oír {esto,} conmovidos profundamente, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: ``Hermanos, ¿qué haremos?"
Entonces Pedro les {dijo: ``}Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
Y Pedro, con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba (aconsejaba) diciendo: ``Sean salvos (Escapen) de esta perversa generación."
{Cierto día} Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración.
Este, viendo a Pedro y a Juan que iban a entrar al templo, les pedía limosna.
Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, {le} dijo: `` ¡Míranos!"
Pero Pedro le dijo: ``No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo el Nazareno, ¡anda!"
Estando {el que era cojo} aferrado a Pedro y a Juan, todo el pueblo, lleno de asombro, corrió al pórtico llamado de Salomón, donde ellos estaban.
Al ver {esto,} Pedro dijo al pueblo: ``Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran {así,} como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?
Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán {de la guardia} del templo, y los Saduceos,
Poniendo a Pedro y a Juan en medio {de ellos, les} interrogaban: `` ¿Con qué poder (autoridad), o en qué nombre, han hecho esto?"
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: ``Gobernantes y ancianos del pueblo (de Israel),
Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.
Pero Pedro y Juan, les contestaron: ``Ustedes mismos juzguen si es justo delante de Dios obedecer a ustedes en vez de {obedecer} a Dios.
Pero Pedro dijo: ``Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con {parte} del precio del terreno?
Y Pedro le preguntó: ``Dime, ¿vendieron el terreno en tal precio?" ``Sí, ése fue el precio," dijo ella.
Entonces Pedro le {dijo:} `` ¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, los pies de los {hombres} que sepultaron a tu marido están a la puerta, y te sacarán {también} a ti."
a tal punto que aun sacaban a los enfermos a las calles y {los} tendían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos.
Pero Pedro y los apóstoles respondieron: ``Debemos obedecer a Dios en vez de {obedecer} a los hombres.
Cuando los apóstoles que {estaban} en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,
Entonces Pedro y Juan les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
Entonces Pedro le contestó: ``Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero.
Mientras Pedro viajaba por todas {aquellas regiones,} vino también a los santos que vivían en Lida.
Y Pedro le dijo: ``Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama." Y al instante se levantó.
Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándo{le:} ``No tarde usted en venir a nosotros."
Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.
Pero Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: ``Tabita, levántate." Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.
Pedro se quedó en Jope muchos días con un tal Simón, que era curtidor.
"Envía ahora {algunos} hombres a Jope, y manda traer a un {hombre llamado} Simón, que también se llama Pedro.
Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar como al mediodía.
Y oyó una voz: ``Levántate, Pedro, mata y come."
Pero Pedro dijo: ``De ninguna manera, Señor, porque yo jamás he comido nada impuro o inmundo."
Mientras Pedro estaba perplejo {pensando} en lo que significaría la visión que había visto, en ese momento los hombres que habían sido enviados por Cornelio, después de haber preguntado por la casa de Simón, se aparecieron a la puerta.
Y llamando, preguntaron si allí se hospedaba Simón, el que también se llamaba Pedro.
Mientras Pedro meditaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: ``Mira, tres hombres te buscan.
Pedro descendió a {donde estaban} los hombres, y {les} dijo: ``Yo soy el que buscan; ¿cuál es la causa por la que han venido?"
Entonces Pedro los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.
Cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, {lo} adoró.
Pero Pedro lo levantó, diciendo: ``Ponte de pie; yo también soy hombre."
Entonces Pedro les dijo: ``Ustedes saben que no es lícito para un Judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo.
~`Envía {unos hombres} a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón {el} curtidor, junto al mar.'
Entonces Pedro tomó la palabra, y dijo: ``Ciertamente {ahora} entiendo que Dios no hace acepción de personas,
Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje (la palabra).
Todos los creyentes {que eran} de la circuncisión (Judíos Cristianos), que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los Gentiles,
pues los oían hablar en lenguas y exaltar a Dios. Entonces Pedro dijo:
Cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos) le reprocharon:
Entonces Pedro comenzó a explicarles en orden {lo sucedido}:
"También oí una voz que me decía: `Levántate Pedro, mata y come.'
"Y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo: `Envía {unos hombres} a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro,
Y viendo que esto agradaba a los Judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días (la fiesta) de los Panes sin Levadura.
Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.
Esa misma noche, cuando Herodes (Agripa I) estaba a punto de venir a buscarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas; y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel.
De repente se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciéndole: ``Levántate pronto." Y las cadenas se cayeron de las manos de Pedro.
Y saliendo, Pedro {lo} seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión.
Cuando Pedro volvió en sí, dijo: ``Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a Su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes (Agripa I) y de todo lo que esperaba el pueblo de los Judíos."
Al reconocer la voz de Pedro, de alegría no abrió la puerta, sino que corrió adentro y anunció que Pedro estaba a la puerta.
Pero Pedro continuaba llamando; y cuando ellos abrieron, lo vieron y se asombraron.
Cuando se hizo de día, hubo un alboroto no pequeño entre los soldados {sobre} qué habría sido de Pedro.
Después de mucho debate, Pedro se levantó y les dijo: ``Hermanos, ustedes saben que en los primeros días Dios escogió de entre ustedes que por mi boca los Gentiles oyeran la palabra del evangelio y creyeran.