75 casos

'Visión' en la Biblia

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

Dijo el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la ciencia del Altísimo, El que vió la visión del Omnipotente; Caído, mas abiertos los ojos:

Y EL joven Samuel ministraba á Jehová delante de Eli: y la palabra de Jehová era de estima en aquellos días; no había visión manifiesta.

Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión á Eli.

Conforme á todas estas palabras, y conforme á toda esta visión, así habló Nathán á David.

Conforme á todas estas palabras, y conforme á toda esta visión, así habló Nathán á David.

Como sueño volará, y no será hallado: Y disiparáse como visión nocturna.

Por sueño de visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho;

Entonces hablaste en visión á tu santo, Y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre valiente; He ensalzado un escogido de mi pueblo.

VISION de Isaías hijo de Amoz, la cual vió sobre Judá y Jerusalem, en días de Uzzías, Jotham, Achâz y Ezechîas, reyes de Judá.

Visión dura me ha sido mostrada. El prevaricador prevarica, y el destructor destruye. Sube, Persa; cerca, Medo. Todo su gemido hice cesar.

CARGA del valle de la visión. ¿Qué tienes ahora, que toda tú te has subido sobre los terrados?

Porque día es de alboroto, y de huella, y de fatiga por el Señor Jehová de los ejércitos en el valle de la visión, para derribar el muro, y dar grita al monte.

Mas también éstos erraron con el vino; y con la sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con la sidra, fueron trastornados del vino, aturdiéronse con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.

Y será como sueño de visión nocturna la multitud de todas las gentes que pelearán contra Ariel, y todos los que pelearán contra ella y sus ingenios, y los que la pondrán en apretura.

Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado.

Ve pues ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre por todos los siglos.

Díjome entonces Jehová: Falso profetizan los profetas en mi nombre: no los envié, ni les mandé, ni les hablé: visión mentirosa, y adivinación, y vanidad, y engaño de su corazón os profetizan.

Sus puertas fueron echadas por tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos: Su rey y sus príncipes están entre las gentes donde no hay ley; Sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová.

Cual parece el arco del cielo que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fué la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y luego que yo la hube visto, caí sobre mi rostro, y oí voz de uno que hablaba.

Porque el que vende no tornará á lo vendido, aunque queden vivos: porque la visión sobre toda su multitud no será cancelada; y ninguno podrá, á causa de su iniquidad, amparar su vida.

Y he aquí allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.

Luego me levantó el espíritu, y volvióme á llevar en visión del espíritu de Dios á la tierra de los Caldeos, á los trasportados. Y partióse de mí la visión que había visto.

Hijo del hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra de Israel, diciendo: Prolongarse han los días, y perecerá toda visión?

Diles por tanto: Así ha dicho el Señor Jehová: Haré cesar este refrán, y no repetirán más este dicho en Israel. Diles pues: Se han acercado aquellos días, y la palabra de toda visión.

Hijo del hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para muchos días, y para lejanos tiempos profetiza éste.

¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho adivinación de mentira, por cuanto decís, Dijo Jehová; no habiendo yo hablado?

Los profetas de Israel que profetizan á Jerusalem, y ven para ella visión de paz, no habiendo paz, dice el Señor Jehová.

Y la visión que vi era como la visión, como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad: y las visiones eran como la visión que vi junto al río de Chebar; y caí sobre mi rostro.

Habló Daniel y dijo: Veía yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en la gran mar.

EN el año tercero del reinado del rey Belsasar, me apareció una visión á mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.

Vi en visión, (y aconteció cuando vi, que yo estaba en Susán, que es cabecera del reino en la provincia de Persia;) vi pues en visión, estando junto al río Ulai,

Y oí un santo que hablaba; y otro de los santos dijo á aquél que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollados?

Y acaeció que estando yo Daniel considerando la visión, y buscando su inteligencia, he aquí, como una semejanza de hombre se puso delante de mí.

Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y caí sobre mi rostro. Empero él me dijo: Entiende, hijo del hombre, porque al tiempo se cumplirá la visión.

Y la visión de la tarde y la mañana que está dicha, es verdadera: y tú guarda la visión, porque es para muchos días.

Y yo Daniel fuí quebrantado, y estuve enfermo algunos días: y cuando convalecí, hice el negocio del rey; mas estaba espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiese.

Aun estaba hablando en oración, y aquel varón Gabriel, al cual había visto en visión al principio, volando con presteza, me tocó como á la hora del sacrificio de la tarde.

Al principio de tus ruegos salió la palabra, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres varón de deseos. Entiende pues la palabra, y entiende la visión.

Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia de los siglos, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos

EN el tercer año de Ciro rey de Persia, fué revelada palabra á Daniel, cuyo nombre era Beltsasar; y la palabra era verdadera, mas el tiempo fijado era largo: él empero comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión.

Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo; sino que cayó sobre ellos un gran temor, y huyeron, y escondiéronse.

Quedé pues yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó en mí esfuerzo; antes mi fuerza se me trocó en desmayo, sin retener vigor alguno.

Soy pues venido para hacerte saber lo que ha de venir á tu pueblo en los postreros días; porque la visión es aún para días;

Mas he aquí, como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca, y hablé, y dije á aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se revolvieron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza.

VISION de Abdías. El Señor Jehová ha dicho así cuanto á Edom: Oído hemos el pregón de Jehová, y mensajero es enviado á las gentes. Levantaos, y levantémonos contra ella en batalla.

Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más se vestirán de manto velloso para mentir

Y como descendieron del monte, les mandó Jesús, diciendo: No digáis á nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos.

Y saliendo, no les podía hablar: y entendieron que había visto visión en el templo: y él les hablaba por señas, y quedó mudo.

Y no hallando su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, los cuales dijeron que él vive.

Entonces Moisés mirando, se maravilló de la visión: y llegándose para considerar, fué hecha á él voz del Señor:

Había entonces un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.

Y ha visto en visión un varón llamado Ananías, que entra y le pone la mano encima, para que reciba la vista.

Este vió en visión manifiestamente, como á la hora nona del día, que un ángel de Dios entraba á él, y le decía: Cornelio.

Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron á la puerta.

Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.

Estaba yo en la ciudad de Joppe orando, y vi en rapto de entendimiento una visión: un vaso, como un gran lienzo, que descendía, que por los cuatro cabos era abajado del cielo, y venía hasta mí.

Y saliendo, le seguía; y no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, mas pensaba que veía visión.

Y fué mostrada á Pablo de noche una visión: Un varón Macedonio se puso delante, rogándole, y diciendo: Pasa á Macedonia, y ayúdanos.

Y como vió la visión, luego procuramos partir á Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

Y así vi los caballos en visión, y los que sobre ellos estaban sentados, los cuales tenían corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de la boca de ellos salía fuego y humo y azufre.

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