36 Versículos de la Biblia sobre el evangelismo

Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.

Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores;

Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo;

El Señor daba palabra: De las evangelizantes había grande ejército.

Y á unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero doctores; luego facultades; luego dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, géneros de lenguas.

Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar á Jesucristo.

Y otro día, partidos Pablo y los que con él estábamos, vinimos á Cesarea: y entrando en casa de Felipe el evangelista, él cual era uno de los siete, posamos con él.

Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy preso,

Y de esta manera me esforcé á predicar el evangelio, no donde antes Cristo fuese nombrado, por no edificar sobre ajeno fundamento:

Porque no me envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio: no en sabiduría de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.

Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura.

Y en cualquiera ciudad donde entrareis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante;

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio á todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin.

Mas aun si nosotros ó un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema.

Y éste tenía cuatro hijas, doncellas, que profetizaban.

Y vi otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno para predicarlo á los que moran en la tierra, y á toda nación y tribu y lengua y pueblo,

A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Que prediques la palabra; que instes á tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina.

¿Cuál, pues, es mi merced? Que predicando el evangelio, ponga el evangelio de Cristo de balde, para no usar mal de mi potestad en el evangelio.

EN el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Testificando juntamente con ellos Dios, con señales y milagros, y diversas maravillas, y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón? porque yo no sólo estoy presto á ser atado, mas aun á morir en Jerusalem por el nombre del Señor Jesús.

Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo;

Y como vió la visión, luego procuramos partir á Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

Y llamó á los doce, y comenzó á enviarlos de dos en dos: y les dió potestad sobre los espíritus inmundos.

si ministerio, en servir; ó el que enseña, en doctrina;

Y les dice: No toméis nada para el camino, ni báculo, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni tengáis dos vestidos cada uno.

Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan á justicia la multitud, como las estrellas á perpetua eternidad.

Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:

Este halló primero á su hermano Simón, y díjole: Hemos hallado al Mesías (que declarado es, el Cristo).

A los cuales fué revelado, que no para sí mismos, sino para nosotros administraban las cosas que ahora os son anunciadas de los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; en las cuales desean mirar los ángeles.

El cual misterio en los otros siglos no se dió á conocer á los hijos de los hombres como ahora es revelado á sus santos apóstoles y profetas en el Espíritu: