YO SOY la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

Y yo te planté de buen viñedo, simiente de Verdad toda ella, ¿cómo, pues, te me has tornado sarmientos de vid extraña?

Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois.

Hiciste venir una vid desde Egipto; echaste los gentiles, y la plantaste.

Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en el cuerno de los hijos de aceite.

Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dio a renta a labradores, y se fue lejos.

No será quitado el cetro de Judá, y el legislador de entre sus pies, hasta que venga SILOH; y a él se congregarán los pueblos.

Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si florecen las vides, si se abre el cierne, si han florecido los granados; allí te daré mis amores.

Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas, cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.

En aquel tiempo el renuevo del SEÑOR será para hermosura y gloria; y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los librados de Israel.

En aquel día cantad de la viña del vino rojo.

Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; serán renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.

A ordenar en Sion a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío del SEÑOR, para gloria suya.

Muchos pastores destruyeron mi viña, hollaron mi heredad, tornaron en desierto y soledad mi heredad preciosa.

Hijo de hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿El sarmiento qué es entre los maderos del bosque?

Israel parra vacía, ¿ha de hacer fruto para sí? Conforme a la multiplicación de su fruto multiplicó altares, conforme a la bondad de su tierra mejoraron sus estatuas.

Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones de prodigio. He aquí, yo traigo a mi siervo, el Renuevo.

Porque el Reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.

Y comenzó a hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se fue lejos.

Y dijo esta parábola: Tenía uno una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.

Aquella Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo.

Porque la ley por Moisés fue dada, mas la gracia y la verdad por Jesús, el Cristo, fue hecha.

Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es la verdad en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera luz ya alumbra.

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