Mateo 21:33

Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dio a renta a labradores, y se fue lejos.

Mateo 25:14-15

Porque es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.

Cantares 8:11-12

Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas, cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.

Isaías 5:1-4

Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en el cuerno de los hijos de aceite.

Marcos 13:34

Como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio a sus siervos su hacienda, y a cada uno su cargo, y al portero mandó que velara.

Deuteronomio 1:15-17

Y tomé los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por príncipes sobre vosotros, príncipes de millares, y príncipes de cientos, y príncipes de cincuenta, y príncipes de diez, y gobernadores de vuestras tribus.

Deuteronomio 16:18

Jueces y alcaldes pondrás en todas las puertas de tus ciudades que el SEÑOR tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con juicio de justicia.

Deuteronomio 17:9-12

y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que fuere en aquellos días, y preguntarás; y te enseñarán la palabra del juicio.

Deuteronomio 33:8-10

Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean con tu buen varón, al cual probaste en Masah; y le hiciste reñir en las aguas de Meriba.

1 Reyes 22:19

Entonces él dijo: Oye, pues, palabra del SEÑOR: Yo vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su diestra y a su siniestra.

Salmos 80:8-16

Hiciste venir una vid desde Egipto; echaste los gentiles, y la plantaste.

Isaías 1:10

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra del SEÑOR; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

Jeremías 2:21

Y yo te planté de buen viñedo, simiente de Verdad toda ella, ¿cómo, pues, te me has tornado sarmientos de vid extraña?

Jeremías 19:3

Dirás pues: Oíd palabra del SEÑOR, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que quien lo oyere, le retiñan los oídos.

Oseas 4:1

Oíd palabra del SEÑOR, hijos de Israel, porque el SEÑOR pleitea con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.

Malaquías 2:4-9

Y sabréis que yo os envié este mandamiento, haciendo mi pacto con Leví, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Mateo 13:18

Oíd, pues, vosotros la parábola del que siembra:

Mateo 21:28

Pero, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegando al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.

Mateo 23:2

diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos.

Marcos 12:1-12

Y comenzó a hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se fue lejos.

Lucas 19:12

Dijo pues: Un hombre noble se fue a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver.

Lucas 20:9-19

Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo.

Juan 15:1

YO SOY la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.

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