Salmos 64:8

Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas: Se espantarán todos los que los vieren.

Proverbios 18:7

La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.

Proverbios 12:13

El impío es enredado en la prevaricación de sus labios: Mas el justo saldrá de la tribulación.

Salmos 22:7

Todos los que me ven, escarnecen de mí; Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:

Números 16:34

Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.

1 Samuel 31:3-7

Y agravóse la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros; y tuvo gran temor de los flecheros.

Job 15:6

Tu boca te condenará, y no yo; Y tus labios testificarán contra ti.

Salmos 9:3

Por haber sido mis enemigos vueltos atrás: Caerán y perecerán delante de ti.

Salmos 31:11

De todos mis enemigos he sido oprobio, Y de mis vecinos en gran manera, y horror á mis conocidos: Los que me veían fuera, huían de mí.

Salmos 52:6

Y verán los justos, y temerán; Y reiránse de él, diciendo:

Salmos 59:12

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; Y sean presos por su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.

Salmos 140:9

En cuanto á los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

Jeremías 18:16

Para poner su tierra en desolación, y en silbos perpetuos; todo aquel que pasare por ella se maravillará, y meneará su cabeza.

Jeremías 48:27

¿Y no te fué á ti Israel por escarnio, como si lo tomaran entre ladrones? porque desde que de él hablaste, tú te has movido.

Nahúm 3:7

Y será que todos los que te vieren, se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada: ¿quién se compadecerá de ella? ¿dónde te buscaré consoladores?

Mateo 21:41

Dícenle: á los malos destruirá miserablemente, y su viña dará á renta á otros labradores, que le paguen el fruto á sus tiempos.

Lucas 19:22

Entonces él le dijo: Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;

Apocalipsis 18:4

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas;

Apocalipsis 18:10

Estando lejos por el temor de su tormento, diciendo: ­Ay, ay, de aquella gran ciudad de Babilonia, aquella fuerte ciudad; porque en una hora vino tu juicio!

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