Y algunos descendieron de Judea y enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE AL SEÑOR, Y TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE,

Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros mayor carga que estas {cosas} esenciales:

Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: Volvamos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades donde hemos proclamado la palabra del Señor, {para ver} cómo están.

Simón ha relatado cómo Dios al principio tuvo a bien tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre.

Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, escoger de entre ellos {algunos} hombres para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres prominentes entre los hermanos,

sino que les escribamos que se abstengan de cosas contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre.

Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, de la misma manera que ellos también lo son.

Y después de mucho debate, Pedro se levantó y les dijo: Hermanos, vosotros sabéis que en los primeros días Dios escogió de entre vosotros que por mi boca los gentiles oyeran la palabra del evangelio y creyeran.

DICE EL SEÑOR, QUE HACE SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS ANTIGUOS.

y enviaron esta carta con ellos: Los apóstoles, y los hermanos que son ancianos, a los hermanos en Antioquía, Siria y Cilicia que son de los gentiles, saludos.

hombres que han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Puesto que hemos oído que algunos de entre nosotros, a quienes no autorizamos, os han inquietado con {sus} palabras, perturbando vuestras almas,

Por tanto, hemos enviado a Judas y a Silas, quienes también os informarán las mismas cosas verbalmente.

Mas Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando y predicando con muchos otros, la palabra del Señor.

Y después de pasar {allí} algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos {para volver} a aquellos que los habían enviado.

Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió, diciendo: Escuchadme, hermanos.

que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os guardáis de tales cosas, bien haréis. Pasadlo bien.

DESPUES DE ESTO VOLVERE, Y REEDIFICARE EL TABERNACULO DE DAVID QUE HA CAIDO. Y REEDIFICARE SUS RUINAS, Y LO LEVANTARE DE NUEVO,

Por tanto, yo opino que no molestemos a los que de entre los gentiles se convierten a Dios,

Ahora pues, ¿por qué tentáis a Dios poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

nos pareció bien, habiendo llegado a un común acuerdo, escoger {algunos} hombres para enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,

y cuando la leyeron, se regocijaron por el consuelo {que les impartía.}

y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.

Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, {los hermanos} determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión.

Siendo Judas y Silas también profetas, exhortaron y confortaron a los hermanos con un largo mensaje.

Mas Pablo escogió a Silas y partió, siendo encomendado por los hermanos a la gracia del Señor.

Así que, siendo enviados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, relatando detalladamente la conversión de los gentiles, y causaban gran gozo a todos los hermanos.

Porque Moisés desde generaciones antiguas tiene en cada ciudad quienes lo prediquen, pues todos los días de reposo es leído en las sinagogas.

Toda la multitud hizo silencio, y escuchaban a Bernabé y a Pablo, que relataban las señales y prodigios que Dios había hecho entre los gentiles por medio de ellos.

Se produjo un desacuerdo tan grande que se separaron el uno del otro, y Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre.

Y Dios, que conoce el corazón, les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, así como también {nos lo dio} a nosotros;

Pero algunos de la secta de los fariseos que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés.

Así que ellos, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía; y reuniendo a la congregación, entregaron la carta;

Entonces los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto.

Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.

Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito:

Pero a Silas le pareció bien quedarse allí.

Y viajaba por Siria y Cilicia confirmando a las iglesias.

Bernabé quería llevar también con ellos a Juan, llamado Marcos,

pero Pablo consideraba que no debían llevar consigo a quien los había desertado en Panfilia y no los había acompañado en la obra.