{Salmo} a Salomón.Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.

Domine él de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.

Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le auxilie.

Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo;

y póstrense ante él todos los reyes {de la tierra}; sírvanle todas las naciones.

Sea su nombre para siempre; que su nombre se engrandezca mientras dure el sol, y sean benditos por él {los hombres}; llámenlo bienaventurado todas las naciones.

Bendito sea el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas.

Florezca la justicia en sus días, y abundancia de paz hasta que no haya luna.

Haga él justicia a los afligidos del pueblo, salve a los hijos de los pobres, y aplaste al opresor.

Bendito sea su glorioso nombre para siempre, sea llena de su gloria toda la tierra. Amén y amén.

Traigan paz los montes al pueblo, y justicia los collados.

Descienda él como la lluvia sobre la hierba cortada, como aguaceros que riegan la tierra.

Juzgue él a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con equidad.

Haya abundancia de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto se mecerá como {los cedros del} Líbano; y los de la ciudad florezcan como la hierba de la tierra.

Que te teman mientras duren el sol y la luna, por todas las generaciones.

Dobléguense ante él los moradores del desierto, y sus enemigos laman el polvo.

Que viva, pues, y se le dé del oro de Sabá, y que se ore por él continuamente; que todo el día se le bendiga.

{Aquí} terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Rescatará su vida de la opresión y de la violencia, y su sangre será preciosa ante sus ojos.

Tendrá compasión del pobre y del necesitado, y la vida de los necesitados salvará.