23 Versículo de la Biblia sobre Buscando la vida
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Cualquiera que procurare salvar su alma, la perderá; y cualquiera que la perdiere, la vivificará.
Y dijo el SEÑOR Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, para que no meta su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre;
Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una llama de cuchillo que andaba en derredor para guardar el camino del árbol de la vida.
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu simiente;
Lámed ¿Quién es el hombre que desea vida, que codicia días para ver el bien?
Porque: El que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;
Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así el SEÑOR Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís.
Buscad al SEÑOR, y vivid; no sea que hienda, como fuego, a la Casa de José, y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.
Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
Y respondiendo Satanás dijo al SEÑOR: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su alma.
Se levantó luego el rey del banquete del vino en su furor, y se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para procurar de la reina Ester por su vida; porque vio que se concluyó para él el mal de parte del rey.
Y he aquí, uno llegándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
Y he aquí, un doctor de la ley se levantó, tentándole y diciendo: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Y saliendo él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna?
Y le preguntó un príncipe, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna?
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual así mismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
el atesorar para sí buen fundamento para en lo por venir, que echen mano a la vida eterna.
A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.
Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida; y pocos son los que lo hallan.