52 Bible Verses about el diablo

Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira .

En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su Hermano, no es de Dios.

ni deis lugar al diablo.

Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero yace en maldad.

y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del siglo, y los segadores son los ángeles.

Y dijo el SEÑOR a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante del SEÑOR.

Jesús les respondió: ¿No he escogido yo a vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?

el tal sea entregado a Satanás para muerte de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

Otra vez le pasó el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,

Y llegándose a él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

Y se conviertan del lazo del diablo, en que están cautivos, para hacer su voluntad.

No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis ser partícipes de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.

para que no seamos engañados de Satanás, pues no ignoramos sus maquinaciones.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.

Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.

Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿para qué le oís?

Y el Dios de paz quebrante presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia del Señor nuestro Jesús, el Cristo, sea con vosotros.

Y cuando los mil años fueren cumplidos, Satanás será suelto de su prisión,

Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su Hermano eran justas.

no un neófito, para que inflándose no caiga en juicio del diablo.

Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí.

Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí es entregada, y a quien quiero la doy;

Y Jesús le reprendió, y salió el demonio de él; y el niño fue sano desde aquella hora.

Entonces él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí, Satanás; me eres estorbo; porque no entiendes lo que es de Dios, sino lo que es de los hombres.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando en ellos, y enseñoreándose de ellos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso Profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.

Y algunos de ellos decían: En Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.

y le rogaron todos aquellos demonios, diciendo: Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.

Entonces el diablo le pasa a la Santa ciudad, y lo pone sobre las almenas del Templo,

a aquel inicuo , el cual vendrá por operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos,

Y la cena acabada, como el diablo ya se había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase,

Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre las almenas del Templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;

Y dijo el SEÑOR a Satanás: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satanás al SEÑOR, dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis.

Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica.

Porque tendieron mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecieron.

Yo sé tus obras, y dónde moras, donde está la silla de Satanás; y tienes mi Nombre, y no has negado mi fe, aun en los días en que fue Antipas mi testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros, donde Satanás mora.

Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró todos los reinos de la redondez de la tierra en un momento de tiempo.

Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permítenos ir a aquel hato de puercos.

en que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme a la voluntad del príncipe de la potestad de este aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de incredulidad,

Y salidos los demonios del hombre, entraron en los puercos; y el hato de ellos se arrojó por un despeñadero en el lago, y se ahogó.

Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante del SEÑOR, entre los cuales vino también Satanás.