17 Versículo de la Biblia sobre el permiso de comer ofrendas
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¿No sabéis que los que desempeñan los servicios sagrados comen la {comida} del templo, {y} los que regularmente sirven al altar, del altar reciben su parte?
Y será para Aarón y para sus hijos, y lo comerán en un lugar santo; porque lo tendrá como cosa muy sagrada de las ofrendas encendidas para el SEÑOR, {por} derecho perpetuo.
``Todo varón entre los hijos de Aarón puede comerla; es una ordenanza perpetua por {todas} vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para el SEÑOR. Todo lo que las toque quedará consagrado."
``Todo varón de entre los sacerdotes puede comer de ella; es {cosa} santísima.
``Todo varón de entre los sacerdotes puede comer de ella. Se comerá en un lugar santo; es {cosa} santísima.
Y Moisés dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar: Tomad la ofrenda de cereal que queda de las ofrendas encendidas para el SEÑOR, y comedla sin levadura junto al altar, porque es santísima. La comeréis, pues, en lugar santo, porque es la porción tuya y la porción de tus hijos de las ofrendas encendidas al SEÑOR; porque así se me ha ordenado. Sin embargo, el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda podéis comer{los} en un lugar limpio, tú, y tus hijos y tus hijas contigo; porque han sido dadas como la porción tuya y la de tus hijos de los sacrificios de las ofrendas de paz de los hijos de Israel.Leer más.
La pierna {que fue} ofrecida levantándola, y el pecho {que fue} ofrecido meciéndolo, los traerán junto con las ofrendas encendidas de los pedazos de grasa, para presentarlos como ofrenda mecida delante del SEÑOR; así será para siempre la porción tuya y la de tus hijos contigo, tal como el SEÑOR ha ordenado.
Como {ofrenda} santísima la comerás; todo varón la comerá. {Cosa} santa será para ti.
Sin embargo, el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda podéis comer{los} en un lugar limpio, tú, y tus hijos y tus hijas contigo; porque han sido dadas como la porción tuya y la de tus hijos de los sacrificios de las ofrendas de paz de los hijos de Israel.
Esto también {será} para ti: la ofrenda de sus dádivas, todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel; las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comerla.
``Podrá comer el alimento de su Dios, {tanto} de las cosas santísimas como de las sagradas,
``Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo como propiedad {suya,} éste sí puede comer de ella, y también los nacidos en su casa podrán comer de su alimento.
Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán porción ni heredad con {el resto de} Israel; comerán {de} las ofrendas encendidas al SEÑOR y {de} su porción.
Comerán porciones iguales, excepto {lo que reciban} de la venta de sus patrimonios.
Y todo Israel, en días de Zorobabel y en días de Nehemías, daba las porciones correspondientes a los cantores y a los porteros como se demandaba para cada día, y consagraban {parte} para los levitas, y los levitas consagraban {parte} para los hijos de Aarón.
Considerad al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar?
Lo comeréis en el mismo día, no dejaréis nada de él para la mañana siguiente; yo soy el SEÑOR.
ni la costumbre de los sacerdotes con el pueblo: cuando algún hombre ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote con un tenedor de tres dientes en su mano mientras se cocía la carne, lo introducía en la cazuela, la olla, la caldera o el caldero, y todo lo que el tenedor sacaba, lo tomaba el sacerdote para sí. Así hacían en Silo con todos los israelitas que allí iban. Asimismo, antes de quemar la grosura, el criado del sacerdote venía y decía al hombre que ofrecía sacrificio: Da al sacerdote carne para asar, pues no aceptará de ti carne cocida, sino solamente cruda.Leer más.
Y si el hombre le decía: Ciertamente deben quemar primero la grosura y después toma todo lo que quieras; él respondía: No, sino que {me la} darás ahora, y si no la tomaré por la fuerza. El pecado de los jóvenes era muy grande delante del SEÑOR, porque los hombres menospreciaban la ofrenda del SEÑOR.