66 Versículo de la Biblia sobre Jerusalén, significado de
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(pero él tendrá una tribu, por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel),
Cuando tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por {cualquier} camino que tú los envíes, y oren al SEÑOR vueltos hacia la ciudad que tú has escogido y {hacia} la casa que he edificado a tu nombre, escucha {desde} los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia. Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y éstos los lleven cautivos a la tierra del enemigo, lejos o cerca,Leer más.
si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te hacen súplica en la tierra de los que los llevaron cautivos, diciendo: ``Hemos pecado y hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente", si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los llevaron cautivos, y oran a ti vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, {hacia} la ciudad que has escogido, y {hacia} la casa que he edificado a tu nombre, entonces escucha tú {desde} los cielos, el lugar de tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia, y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti, todas las transgresiones que hayan cometido contra ti, y hazlos {objeto} de compasión ante los que los llevaron cautivos, para que tengan compasión de ellos (porque ellos son tu pueblo y tu heredad que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro).
Cuando salga tu pueblo a la batalla contra sus enemigos, por {cualquier} camino que los envíes, y oren a ti vueltos hacia esta ciudad que has escogido, y {hacia} la casa que he edificado a tu nombre, escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia. Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y éstos los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana,Leer más.
si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te suplican en la tierra de su cautiverio, diciendo: ``Hemos pecado, hemos cometido iniquidad y hemos obrado perversamente"; si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautiverio adonde hayan sido llevados cautivos, y oran vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, {hacia} la ciudad que has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre, escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y sus súplicas, hazles justicia y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti.
``Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga siempre una lámpara delante de mí en Jerusalén, la ciudad que yo he escogido para poner allí mi nombre.
Y Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá. Roboam {tenía} cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. El nombre de su madre {era} Naama, amonita.
Se fortaleció, pues, el rey Roboam en Jerusalén, y reinó. Y Roboam {tenía} cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. Y el nombre de su madre {era} Naama, amonita.
Y el SEÑOR dijo: También quitaré a Judá de mi presencia, como he quitado a Israel. Y desecharé a esta ciudad que yo había escogido, a Jerusalén, y al templo del cual dije: ``Mi nombre estará allí."
Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste a tu siervo Moisés, diciendo: {``Si} sois infieles, yo os dispersaré entre los pueblos; pero {si} volvéis a mí y guardáis mis mandamientos y los cumplís, aunque vuestros desterrados estén en los confines de los cielos, de allí los recogeré y los traeré al lugar que he escogido para hacer morar allí mi nombre."
Y {David} hizo para sí casas en la ciudad de David, y preparó un lugar para el arca de Dios y levantó una tienda para ella. Entonces David dijo: Nadie ha de llevar el arca de Dios sino los levitas; porque el SEÑOR los escogió para llevar el arca de Dios y servirle para siempre. Y congregó David a todo Israel en Jerusalén para subir el arca del SEÑOR al lugar que había preparado para ella.
Volvió David a reunir a todos los hombres escogidos de Israel, treinta mil. Y David se levantó y fue con todo el pueblo que {estaba} con él a Baala de Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios, la cual es llamada por el Nombre, el nombre del SEÑOR de los ejércitos, que está sobre los querubines. Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, para que la pudieran llevar de la casa de Abinadab que {estaba} en la colina. Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.Leer más.
Y lo llevaron con el arca de Dios de la casa de Abinadab que {estaba} en la colina, y Ahío iba delante del arca. David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR con toda clase {de instrumentos hechos} de madera de abeto, y con liras, arpas, panderos, castañuelas y címbalos. Pero cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió {la mano} hacia el arca de Dios, y la sostuvo porque los bueyes casi {la} volcaron. Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios. Entonces David se enojó porque el SEÑOR había estallado en ira contra Uza, y llamó aquel lugar Pérez-uza hasta el día de hoy. David tuvo temor del SEÑOR aquel día, y dijo: ¿Cómo podrá venir a mí el arca del SEÑOR? Y David no quiso trasladar el arca del SEÑOR con él a la ciudad de David, sino que la hizo llevar a la casa de Obed-edom geteo. Por tres meses permaneció el arca del SEÑOR en la casa de Obed-edom geteo; y bendijo el SEÑOR a Obed-edom y a toda su casa. Y se dio aviso al rey David, diciéndo{le:} El SEÑOR ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que le pertenece a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y con alegría hizo subir el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la ciudad de David. Y sucedió que cuando los portadores del arca del SEÑOR habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero cebado. David danzaba con toda {su} fuerza delante del SEÑOR, y estaba vestido con un efod de lino. David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del SEÑOR con aclamación y sonido de trompeta. Sucedió que cuando el arca del SEÑOR entraba a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró desde la ventana y vio al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, y lo menospreció en su corazón. Metieron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar dentro de la tienda que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR. Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los ejércitos. Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.
Entonces Salomón comenzó a edificar la casa del SEÑOR en Jerusalén en el monte Moriah, donde {el S{EÑOR}} se había aparecido a su padre David, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.
Y estos son los que David puso sobre el servicio del canto en la casa del SEÑOR, después que el arca descansó {allí}. Ministraban con el canto delante del tabernáculo de la tienda de reunión, hasta que Salomón edificó la casa del SEÑOR en Jerusalén, y servían en su oficio conforme a su orden.
Y todos los hombres de Judá y de Jerusalén regresaron, con Josafat al frente de ellos, regresando a Jerusalén con alegría, porque el SEÑOR les había hecho regocijarse sobre sus enemigos. Entraron en Jerusalén, en la casa del SEÑOR, con arpas, liras y trompetas.
Colocó la imagen tallada del ídolo que había hecho, en la casa de Dios, de la cual Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre,
Asimismo todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo fueron infieles en gran manera, {y siguieron} todas las abominaciones de las naciones, y profanaron la casa del SEÑOR que El había consagrado en Jerusalén.
En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y {éste} hizo proclamar por todo su reino y también por escrito, diciendo: Así dice Ciro, rey de Persia: ``El SEÑOR, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, y El me ha designado para que le edifique una casa en Jerusalén, que está en Judá. ``El que de entre todos vosotros {pertenezca} a su pueblo, sea su Dios con él. Que suba a Jerusalén, que está en Judá, y edifique la casa del SEÑOR, Dios de Israel; El es el Dios que está en Jerusalén.
El Dios tuyo ha mandado tu fuerza; muestra tu poder, oh Dios, tú que has obrado por nosotros. Por causa de tu templo en Jerusalén te traerán presentes los reyes.
Y entró en Jerusalén, {llegó} al templo, y después de mirar todo a su alrededor, salió para Betania con los doce, siendo ya avanzada la hora.
Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua. Y cuando cumplió doce años, subieron {allá} conforme a la costumbre de la fiesta; y al regresar ellos, después de haber pasado todos los días {de la fiesta}, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres,Leer más.
y suponiendo que iba en la caravana, anduvieron camino de un día, y comenzaron a buscarle entre los familiares y conocidos. Al no hallarle, volvieron a Jerusalén buscándole. Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que le oían estaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas. Cuando {sus padres} le vieron, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia. Entonces El les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho. Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
Entonces {el diablo} le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí,
vino a mí, y poniéndose {a mi lado,} me dijo: ``Hermano Saulo, recibe la vista." En ese mismo instante {alcé los ojos y} lo miré. Y él dijo: ``El Dios de nuestros padres te ha designado para que conozcas su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra de su boca. ``Porque testigo suyo serás a todos los hombres de lo que has visto y oído.Leer más.
``Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre." Y aconteció que cuando regresé a Jerusalén y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis, y vi {al Señor} que me decía: ``Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí."
Estos son los estatutos y los decretos que observaréis cuidadosamente en la tierra que el SEÑOR, el Dios de tus padres, te ha dado para que la poseas todos los días que viváis sobre su suelo. Destruiréis completamente todos los lugares donde las naciones que desposeeréis sirven a sus dioses: sobre los montes altos, sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso. Y demoleréis sus altares, quebraréis sus pilares {sagrados,} quemaréis a fuego sus {imágenes de} Asera, derribaréis las imágenes talladas de sus dioses y borraréis su nombre de aquel lugar.Leer más.
No procederéis así con el SEÑOR vuestro Dios, sino que buscaréis {al S{EÑOR}} en el lugar en que el SEÑOR vuestro Dios escoja de todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su morada, y allí vendréis. Y allí traeréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la contribución de vuestra mano, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias, y el primogénito de vuestras vacas y de vuestras ovejas. Allí también vosotros y vuestras familias comeréis en presencia del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis en todas vuestras empresas en las cuales el SEÑOR vuestro Dios os ha bendecido.
Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tus fronteras como te ha prometido, y tú digas: ``Comeré carne", porque deseas comer carne, {entonces} podrás comer carne, toda la que desees. Si el lugar que el SEÑOR tu Dios escoge para poner su nombre está muy lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus ciudades todo lo que desees. Tal como se come la gacela y el ciervo, así la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella.Leer más.
Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne. No la comerás; la derramarás como agua sobre la tierra. No la comerás, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, porque estarás haciendo lo que es justo delante del SEÑOR. Solamente las cosas sagradas que tengas y tus ofrendas votivas, las tomarás e irás al lugar que el SEÑOR escoja. Y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, y podrás comer la carne. Escucha con cuidado todas estas palabras que te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, porque estarás haciendo lo que es bueno y justo delante del SEÑOR tu Dios.
Judá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y le provocaron a celos más que todo lo que sus padres le habían provocado con los pecados que habían hecho. Porque ellos también edificaron para sí lugares altos, pilares {sagrados} y Aseras en toda colina alta y bajo todo árbol frondoso. Hubo también en la tierra sodomitas de cultos paganos. Hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había echado delante de los hijos de Israel.
Josafat {tenía} treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Y el nombre de su madre {era} Azuba, hija de Silhi. Y anduvo en todo el camino de su padre Asa; no se desvió de él, haciendo lo recto ante los ojos del SEÑOR. Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados; todavía el pueblo sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Y reinó Josafat sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Y el nombre de su madre {era} Azuba, hija de Silhi. Y anduvo en el camino de su padre Asa, y no se apartó de él, haciendo lo recto ante los ojos del SEÑOR. Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo no había vuelto aún su corazón al Dios de sus padres.
En el séptimo año de Jehú, Joás comenzó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén; y el nombre de su madre {era} Sibia de Beerseba. Y Joás hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR todos los días en que el sacerdote Joiada lo dirigió. Sólo que los lugares altos no fueron quitados; el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
En el año diecisiete de Peka, hijo de Remalías, comenzó a reinar Acaz, hijo de Jotam, rey de Judá. Acaz {tenía} veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR su Dios como su padre David {había hecho,} sino que anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar a su hijo por el fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había arrojado de delante de los hijos de Israel.Leer más.
Y sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.
Acaz {tenía} veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR como su padre David {había hecho,} sino que anduvo en los caminos de los reyes de Israel; también hizo imágenes fundidas para los baales. Quemó además incienso en el valle de Ben-hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había arrojado de delante de los hijos de Israel.Leer más.
Y sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los montes y debajo de todo árbol frondoso.
Entonces el rey mandó reunir con él a todos los ancianos de Judá y Jerusalén. Y subió el rey a la casa del SEÑOR, y con él todos los hombres de Judá, todos los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor; y leyó en su presencia todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa del SEÑOR. Después el rey se puso en pie junto a la columna e hizo pacto delante del SEÑOR de andar en pos del SEÑOR y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos con todo {su} corazón y con toda {su} alma, para cumplir las palabras de este pacto escritas en este libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.Leer más.
Entonces el rey ordenó que el sumo sacerdote Hilcías y los sacerdotes de segundo orden y los guardianes del umbral, sacaran del templo del SEÑOR todas las vasijas que se habían hecho para Baal, para la Asera y para todo el ejército de los cielos, y los quemó fuera de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel. Quitó a los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían nombrado para quemar incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, también a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, a las constelaciones y a todo el ejército de los cielos. Y sacó la Asera de la casa del SEÑOR fuera de Jerusalén, al torrente Cedrón, y la quemó junto al torrente Cedrón; {la} redujo a polvo y arrojó el polvo sobre los sepulcros de los hijos del pueblo. También derribó las casas de los dedicados a la prostitución que {estaban} en la casa del SEÑOR, donde las mujeres tejían pabellones para la Asera. Entonces trajo a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, y profanó los lugares altos donde los sacerdotes habían quemado incienso, desde Geba hasta Beerseba, y derribó los lugares altos de las puertas que {estaban} a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de la ciudad, a la izquierda de la puerta de la ciudad. Sin embargo, los sacerdotes de los lugares altos no podían subir al altar del SEÑOR en Jerusalén, sino que comían panes sin levadura entre sus hermanos. También profanó al Tofet que está en el valle de Ben-hinom, para que nadie hiciera pasar por fuego a su hijo o a su hija para {honrar a} Moloc. A la entrada de la casa del SEÑOR, junto a la cámara de Natán-melec, el oficial que {estaba} en las dependencias, quitó los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol, y prendió fuego a los carros del sol. Y los altares que {estaban} sobre el techo, el aposento alto de Acaz que habían hecho los reyes de Judá, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa del SEÑOR el rey los derribó, los destrozó allí y arrojó su polvo al torrente Cedrón. El rey también profanó los lugares altos que {estaban} frente a Jerusalén, los que {estaban} a la derecha del monte de destrucción, que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astoret, ídolo abominable de los sidonios, y a Quemos, ídolo abominable de Moab, y a Milcom, ídolo abominable de los hijos de Amón. Asimismo hizo pedazos los pilares {sagrados}, derribó las Aseras y llenó sus lugares con huesos humanos. Además, derribó el altar que {estaba} en Betel {y} el lugar alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, {el} que hizo pecar a Israel, {o sea, derribó} también aquel altar y el lugar alto, destruyó sus piedras, las redujo a polvo y quemó la Asera. Al volverse Josías, vio los sepulcros que {estaban} allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y {los} quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas. Entonces dijo: ¿Qué monumento es éste que veo? Y los hombres de la ciudad le dijeron: Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel. Y él dijo: Dejadlo en paz; que nadie moleste sus huesos. Así dejaron sus huesos intactos con los huesos del profeta que vino de Samaria. Josías quitó también todas las casas de los lugares altos que {estaban} en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel provocando a ira al SEÑOR; les hizo tal y como había hecho en Betel. Y mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que {estaban} allí, y quemó huesos humanos sobre ellos. Y regresó a Jerusalén.
Entonces el rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Y subió el rey a la casa del SEÑOR con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor, y leyó en su presencia todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa del SEÑOR. Después el rey se puso en pie en su lugar e hizo pacto delante del SEÑOR de andar en pos del SEÑOR y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, para cumplir las palabras del pacto escritas en este libro.Leer más.
Además, hizo suscribir {el pacto} a todos los que se encontraban en Jerusalén y en Benjamín. Y los habitantes de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, el Dios de sus padres.
Entonces Ezequías envió {aviso} por todo Israel y Judá, y también escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que vinieran a la casa del SEÑOR en Jerusalén a fin de celebrar la Pascua al SEÑOR, Dios de Israel. Pues el rey y sus príncipes y toda la asamblea en Jerusalén habían decidido celebrar la Pascua en el mes segundo, porque no la habían podido celebrar a su debido tiempo, pues los sacerdotes no se habían santificado en número suficiente, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén.Leer más.
Y esto pareció bien a los ojos del rey y de toda la asamblea. Así que proclamaron un decreto para hacer correr la voz por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la Pascua al SEÑOR, Dios de Israel, en Jerusalén. Porque muchos no {la} habían celebrado como estaba escrito. Y los mensajeros fueron por todo Israel y Judá con cartas de mano del rey y de sus príncipes, conforme al mandamiento del rey, diciendo: Hijos de Israel, volveos al SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, para que El se vuelva a aquellos de vosotros que escapasteis {y} que habéis quedado de la mano de los reyes de Asiria. No seáis como vuestros padres y vuestros hermanos, que fueron infieles al SEÑOR, Dios de sus padres, de modo que El los ha hecho objeto de horror, como vosotros veis. Y no endurezcáis vuestra cerviz como vuestros padres, sino someteos al SEÑOR y entrad en su santuario, que El ha santificado para siempre, y servid al SEÑOR vuestro Dios para que su ardiente ira se aparte de vosotros. Porque si os volvéis al SEÑOR, vuestros hermanos y vuestros hijos {hallarán} compasión delante de los que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra. Porque el SEÑOR vuestro Dios es clemente y compasivo, y no apartará {su} rostro de vosotros si os volvéis a El. Pasaron, pues, los correos de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y de Manasés y hasta Zabulón, pero los escarnecían y se burlaban de ellos. No obstante, algunos hombres de Aser, de Manasés y de Zabulón se humillaron y vinieron a Jerusalén. También sobre Judá estuvo la mano de Dios para darles un {solo} corazón a fin de hacer lo que el rey y los príncipes ordenaron conforme a la palabra del SEÑOR. Y se reunió mucha gente en Jerusalén en el mes segundo para celebrar la fiesta de los panes sin levadura; una asamblea muy grande. Y se levantaron y quitaron los altares que {había} en Jerusalén; también quitaron todos los altares de incienso y {los} arrojaron al torrente Cedrón. Entonces mataron {los corderos de} la Pascua el {día} catorce del mes segundo. Y los sacerdotes y los levitas, avergonzados, se santificaron y trajeron holocaustos a la casa del SEÑOR. Y se colocaron en sus puestos según su costumbre, conforme a la ley de Moisés, hombre de Dios; los sacerdotes rociaban la sangre {que recibían} de mano de los levitas. Porque {había} muchos en la asamblea que no se habían santificado; por eso los levitas {estaban} encargados de la matanza de los {corderos} de la Pascua por todo el que {estaba} inmundo, para santificar{los} al SEÑOR. Pues una {gran} multitud del pueblo, es decir, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado; no obstante, comieron la Pascua contrario a lo escrito. Empero Ezequías oró por ellos, diciendo: Que el buen SEÑOR perdone a todo el que prepare su corazón para buscar a Dios el SEÑOR, Dios de sus padres, aunque no {lo haga} conforme a {los ritos} de purificación del santuario. Y oyó el SEÑOR a Ezequías y sanó al pueblo. Y los hijos de Israel que se hallaban en Jerusalén celebraron con gran alegría la fiesta de los panes sin levadura {por} siete días; y los levitas y los sacerdotes alababan al SEÑOR día tras día, {cantando} con instrumentos resonantes al SEÑOR. Entonces Ezequías habló al corazón de todos los levitas que mostraban buen entendimiento {en las cosas} del SEÑOR. Y comieron durante los siete días señalados, sacrificando ofrendas de paz y dando gracias al SEÑOR, Dios de sus padres. Y toda la asamblea determinó celebrar {la fiesta} otros siete días; y celebraron los siete días con alegría. Porque Ezequías, rey de Judá, había contribuido a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y los príncipes habían contribuido a la asamblea mil novillos y diez mil ovejas; y gran número de sacerdotes se santificaron. Y se regocijó toda la asamblea de Judá, junto con los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo que vino de Israel, tanto los peregrinos que vinieron de la tierra de Israel como los que habitaban en Judá. Y hubo gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén. Entonces los sacerdotes levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y se oyó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada, hasta los cielos. Y cuando todo esto había terminado, todos {los de} Israel que estaban presentes, salieron a las ciudades de Judá, despedazaron los pilares {sagrados,} cortaron las Aseras y derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabar con todos ellos. Entonces todos los hijos de Israel volvieron a sus ciudades, cada cual a su posesión. Y Ezequías designó las clases de los sacerdotes y de los levitas, cada uno en su clase, según su servicio, {tanto} sacerdotes {como} levitas, para los holocaustos y para las ofrendas de paz, para que ministraran, dieran gracias y alabaran en las puertas del campamento del SEÑOR. También {designó} de sus {propios} bienes la porción del rey para los holocaustos, {es decir,} para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y los holocaustos de los días de reposo, de las lunas nuevas y de las fiestas señaladas, como está escrito en la ley del SEÑOR. También ordenó al pueblo que habitaba en Jerusalén que diera la porción correspondiente a los sacerdotes y a los levitas, a fin de que pudieran dedicarse a la ley del SEÑOR.
Entonces traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones como ofrenda al SEÑOR, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte, Jerusalén --dice el SEÑOR-- tal como los hijos de Israel traen su ofrenda de grano en vasijas limpias a la casa del SEÑOR.
También serán destruidos los lugares altos de Avén, el pecado de Israel; espinos y abrojos crecerán sobre sus altares. Entonces dirán a los montes: ¿Cubridnos!, y a los collados: ¡Caed sobre nosotros!
Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo*: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Bendito desde Sion sea el SEÑOR, quien mora en Jerusalén. ¿Aleluya!
Entonces la luna se abochornará y el sol se avergonzará porque el SEÑOR de los ejércitos reinará en el monte Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos {estará su} gloria.
Su fortaleza a causa del terror pasará, y sus príncipes se espantarán {ante} el estandarte --declara el SEÑOR, que tiene su fuego en Sion y su horno en Jerusalén.
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: ``Trono del SEÑOR"; y todas las naciones acudirán a ella, a Jerusalén, a causa del nombre del SEÑOR; y no andarán más tras la terquedad de su malvado corazón.
Despierta, despierta, vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tus ropajes hermosos, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque el incircunciso y el inmundo no volverán a entrar en ti. Sal del polvo, levántate, cautiva Jerusalén; líbrate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sion.
Pues Jerusalén ha tropezado y Judá ha caído, porque su lengua y sus obras están contra el SEÑOR, rebelándose contra su gloriosa presencia.
Hablad al corazón de Jerusalén y decidle a voces que su lucha ha terminado, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por todos sus pecados.
{Dije} primero a Sion: ``Mira, aquí están", y a Jerusalén: ``{Os} daré un mensajero de buenas nuevas."
Prorrumpid a una en gritos de júbilo, lugares desolados de Jerusalén, porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he puesto centinelas; en todo el día y en toda la noche jamás callarán. Los que hacéis que el SEÑOR recuerde, no os deis descanso, ni le concedáis descanso hasta que {la} restablezca, hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Ve y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `De ti recuerdo el cariño de tu juventud, el amor de tu desposorio, de cuando me seguías en el desierto, por tierra no sembrada.
Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti pensamientos perversos?
Sé precavida, oh Jerusalén, no sea que mi alma se aleje de ti; no sea que yo te convierta en desolación, en tierra despoblada.
Así dice el SEÑOR: ``De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén.
Porque, ¿quién se compadecerá de ti, oh Jerusalén? ¿Quién llorará por ti, o quién se apartará {de su camino} para preguntar por tu bienestar?
Sion extiende sus manos, no hay quien la consuele. El SEÑOR ha ordenado contra Jacob que los que lo rodean sean sus adversarios; Jerusalén se ha vuelto cosa inmunda en medio de ellos.
¿Cómo he de amonestarte? ¿A qué te compararé, hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré al consolarte, virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu ruina, ¿quién te podrá sanar? Tus profetas tuvieron para ti visiones falsas y necias, y no manifestaron tu iniquidad para que regresaras de tu cautiverio, sino que vieron para ti oráculos falsos y engañosos. Baten palmas contra ti todos los que pasan por el camino; silban y mueven sus cabezas contra la hija de Jerusalén, {diciendo:} ¿Es ésta la ciudad de la cual decían: ``La perfección de la hermosura, el gozo de toda la tierra"?
por eso, así dice el Señor DIOS: ``He aquí, yo, yo mismo, estoy contra ti, y yo ejecutaré juicios en medio de ti a la vista de las naciones.
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, haz saber a Jerusalén sus abominaciones, y di: ``Así dice el Señor DIOS a Jerusalén: `Por tu origen y tu nacimiento {eres} de la tierra del cananeo, tu padre {era} amorreo y tu madre hitita.Leer más.
`En cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua para limpiarte; no fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales. `Ningún ojo se apiadó de ti para hacer por ti alguna de estas cosas, para compadecerse de ti; sino que fuiste echada al campo abierto, porque fuiste aborrecida el día en que naciste. `Yo pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre. Mientras {estabas} en tu sangre, te dije: `` ¿Vive!" Sí, te dije, mientras {estabas} en tu sangre: `` ¿Vive!" `Te hice tan numerosa como la hierba del campo. Y creciste, te hiciste grande y llegaste a la plenitud de tu hermosura; se formaron {tus} pechos y creció tu pelo, pero estabas desnuda y descubierta. `Entonces pasé junto a ti y te vi, y he aquí, tu tiempo era tiempo de amores; extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo' --declara el Señor DIOS-- `y fuiste mía. `Te lavé con agua, te limpié la sangre y te ungí con aceite. `Te vestí con tela bordada y puse en tus pies sandalias de piel de marsopa; te envolví con lino fino y te cubrí con seda. `Te engalané con adornos, puse brazaletes en tus manos y un collar a tu cuello. `Puse un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza. `Estabas adornada con oro y plata, y tu vestido era de lino fino, seda y tela bordada. Comías flor de harina, miel y aceite; eras hermosa en extremo y llegaste a la realeza. `Entonces tu fama se divulgó entre las naciones por tu hermosura, que era perfecta, gracias al esplendor que yo puse en ti' --declara el Señor DIOS. `Pero tú confiaste en tu hermosura, te prostituiste a causa de tu fama y derramaste tus prostituciones a todo el que pasaba, fuera quien fuera. `Tomaste {algunos} de tus vestidos y te hiciste lugares altos de varios colores, y te prostituiste en ellos, cosa que nunca debiera haber sucedido ni jamás sucederá. `Tomaste también tus bellas joyas de oro y de plata que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombres para prostituirte con ellas. `Tomaste tu tela bordada y las cubriste, y ofreciste ante ellas mi aceite y mi incienso. `También te di mi pan, la flor de harina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba, y lo ofrecías ante ellas como aroma agradable. Así sucedió' --declara el Señor DIOS. `Tomaste además a tus hijos y a tus hijas que habías dado a luz para mí, y se los sacrificaste como alimento. ¿Acaso eran poca cosa tus prostituciones, para que mataras a mis hijos y se los ofrecieras haciéndolos pasar {por fuego}? `Y en todas tus abominaciones y prostituciones no te acordaste de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta y revolcándote en tu sangre. `Y sucedió que después de toda tu maldad (`` ¿Ay, ay de ti!" --declara el Señor DIOS) te edificaste un santuario y te hiciste un lugar alto en todas las plazas. `En toda cabecera de camino te edificaste tu lugar alto, y abominable hiciste tu hermosura; y te entregaste a todo el que pasaba y multiplicaste tu prostitución. `También te prostituiste a los egipcios, tus vecinos de cuerpos robustos, y multiplicaste tu prostitución para provocarme a ira. `Y he aquí, yo extendí mi mano contra ti y disminuí tus raciones. Y te entregué al deseo de las que te odiaban, las hijas de los filisteos, que se avergonzaban de tu conducta deshonesta. `Además, te prostituiste a los asirios porque no te habías saciado; te prostituiste a ellos y ni aun entonces te saciaste. `También multiplicaste tu prostitución en la tierra de los mercaderes, Caldea, y ni aun con esto te saciaste.'" ¿Qué débil es tu corazón --declara el Señor DIOS-- cuando haces todas estas cosas, las acciones de una ramera desvergonzada! Cuando edificaste tu santuario en toda cabecera de camino y te hiciste tu lugar alto en cada plaza, al desdeñar la paga, no eras como la ramera. ¿Mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a extraños! A todas las rameras les dan regalos, pero tú dabas regalos a todos tus amantes y los sobornabas para que vinieran a ti de todas partes para tus prostituciones. En tus prostituciones eras distinta de las {otras} mujeres: nadie te solicitaba para fornicar; tú dabas la paga, pero a ti ninguna paga se te daba. Eras distinta. Por tanto, ramera, oye la palabra del SEÑOR. Así dice el Señor DIOS: Por cuanto fue derramada tu lascivia y descubierta tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes y con todos tus detestables ídolos, y a causa de la sangre de tus hijos que les ofreciste, por tanto, he aquí, yo reuniré a todos tus amantes con quienes te gozaste, a todos los que amaste {y} a todos los que aborreciste; los reuniré de todas partes contra ti, descubriré tu desnudez ante ellos y ellos verán toda tu desnudez. Te juzgaré como son juzgadas las adúlteras y las que derraman sangre, y traeré sobre ti sangre de furor y de celos. También te entregaré en manos de tus amantes y ellos derribarán tus santuarios, destruirán tus lugares altos, te despojarán de tus vestidos, te quitarán tus bellas joyas y te dejarán desnuda y descubierta. Incitarán contra ti una multitud, y te apedrearán y te harán pedazos con sus espadas. Prenderán fuego a tus casas y ejecutarán juicios contra ti a la vista de muchas mujeres. Y haré que dejes de ser ramera y no darás más paga {a tus amantes.} Desahogaré mi furor en ti; mis celos se apartarán de ti, me apaciguaré y no me enojaré más. Por cuanto no te has acordado de los días de tu juventud, sino que me has irritado con todas estas cosas, he aquí, también yo haré recaer tu conducta sobre {tu} cabeza --declara el Señor DIOS-- para que no cometas esta lascivia con todas tus {otras} abominaciones. He aquí, todo aquel que cita proverbios repetirá {este} proverbio acerca de ti, diciendo: ``De tal madre, tal hija." Eres hija de tu madre que aborreció a su marido y a sus hijos, y hermana de tus hermanas que aborrecieron a sus maridos y a sus hijos. Vuestra madre era hitita y vuestro padre amorreo. Tu hermana mayor es Samaria que con sus hijas habita al norte de ti, y tu hermana menor es Sodoma que habita al sur de ti con sus hijas. Pero no {sólo} has andado en sus caminos y has hecho según sus abominaciones, sino que, como si eso fuera muy poco, te has corrompido más que ellas en todos tus caminos. Vivo yo --declara el Señor DIOS-- que tu hermana Sodoma y sus hijas no han hecho como tú y tus hijas habéis hecho. He aquí, esta fue la iniquidad de tu hermana Sodoma: arrogancia, abundancia de pan y completa ociosidad tuvieron ella y sus hijas; pero no ayudaron al pobre ni al necesitado, y se enorgullecieron y cometieron abominaciones delante de mí. Y cuando {lo} vi las hice desaparecer. Ni aun Samaria ha cometido ni la mitad de tus pecados, pues tú has multiplicado tus abominaciones más que ellas, y has hecho aparecer justas a tus hermanas con todas las abominaciones que has cometido. También tú, carga con tu ignominia ya que has hecho juicios favorables de tus hermanas. A causa de tus pecados, en los que obraste en forma más abominable que ellas, ellas son más justas que tú. Tú pues, avergüénzate también y carga con tu ignominia, ya que hiciste parecer justas a tus hermanas. Y cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de sus hijas, la suerte de Samaria y de sus hijas, y junto con ellas, tu propia suerte, para que cargues con tu humillación y te avergüences de todo lo que has hecho cuando seas consuelo para ellas. Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su estado anterior; también tú y tus hijas volveréis a vuestro estado anterior. {El nombre de} tu hermana Sodoma no era mencionado en tu boca el día de tu soberbia, antes que fuera descubierta tu maldad. Como ella has venido a ser tú el oprobio de las hijas de Edom y de todas sus vecinas {y} de las hijas de los filisteos que te desprecian por todos lados. Llevas sobre ti {el castigo} de tu lascivia y de tus abominaciones --declara el SEÑOR. Porque así dice el Señor DIOS: Yo haré contigo como has hecho tú, que has despreciado el juramento violando el pacto. Yo recordaré sin embargo mi pacto contigo en los días de tu juventud, y estableceré para ti un pacto eterno. Entonces te acordarás de tus caminos y te avergonzarás cuando recibas a tus hermanas, las mayores que tú {y} las menores que tú; y te las daré por hijas, pero no por causa de tu pacto. Estableceré mi pacto contigo; y sabrás que yo soy el SEÑOR; para que recuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu humillación, cuando yo te haya perdonado por todo lo que has hecho --declara el Señor DIOS.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, había dos mujeres, hijas de una madre, que se prostituyeron en Egipto; se prostituyeron en su juventud. Allí fueron palpados sus pechos y allí fueron acariciados sus senos virginales.Leer más.
Sus nombres eran Aholá, la mayor, y Aholibá, su hermana. Vinieron a ser mías y dieron a luz hijos e hijas. Y {en cuanto a} sus nombres, Aholá es Samaria y Aholibá es Jerusalén. Y Aholá se prostituyó cuando era mía; y se apasionó de sus amantes, los asirios, vecinos suyos, vestidos de púrpura, gobernadores y oficiales, todos ellos jóvenes apuestos, jinetes montados a caballo. Cometió sus prostituciones con ellos, con lo más selecto de los asirios; y con todos los que se había apasionado, con todos sus ídolos se contaminó. Y no abandonó sus prostituciones de Egipto; pues con ella {muchos} en su juventud se habían acostado, y acariciaron sus senos virginales y derramaron sobre ella su pasión. Por tanto, la entregué en manos de sus amantes, en mano de los asirios, de los que se había apasionado. Ellos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser ejemplo para las mujeres, pues se ejecutaron juicios contra ella. Y aunque su hermana Aholibá vio {esto,} se corrompió en su pasión más que ella, y sus prostituciones fueron mayores que las prostituciones de su hermana. Se apasionó de los asirios, gobernadores y oficiales, vecinos {suyos,} lujosamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos ellos jóvenes apuestos. Y vi que ella se había contaminado; un mismo camino seguían las dos. Y aumentó sus prostituciones. Vio hombres pintados en la pared, figuras de caldeos pintadas con bermellón, ceñidos sus lomos con cinturones {y} amplios turbantes en sus cabezas, con aspecto de oficiales todos ellos, semejantes a los babilonios de Caldea, tierra de su nacimiento. Cuando los vio se apasionó de ellos y les envió mensajeros a Caldea. Y vinieron a ella los babilonios, al lecho de amores, y la contaminaron con sus prostituciones. Y después de haber sido contaminada con ellos, su alma se hastió de ellos. Reveló sus prostituciones y descubrió su desnudez; entonces me hastié de ella como me había hastiado de su hermana. Pero ella multiplicó sus prostituciones, recordando los días de su juventud, cuando se prostituía en la tierra de Egipto. Y se apasionó de sus amantes, cuya carne es {como} la carne de los asnos y cuyo flujo es {como} el flujo de los caballos. Añoraste así la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios palpaban tu seno, acariciando los pechos de tu juventud. Por tanto, Aholibá, así dice el Señor DIOS: ``He aquí, incitaré contra ti a tus amantes, de los que te alejaste, y los traeré contra ti de todos lados: los babilonios y todos los caldeos, {los de} Pecod, Soa y Coa, y con ellos todos los asirios, jóvenes apuestos, todos ellos gobernadores y oficiales, capitanes y de renombre, todos montados a caballo. ``Y vendrán contra ti con armas, carros y carretas, y con multitud de pueblos. Se apostarán contra ti de todos lados con coraza, escudo y yelmo; a ellos les encargaré el juicio y ellos te juzgarán conforme a sus costumbres. ``Pondré contra ti mi celo, y te tratarán con furor; te arrancarán la nariz y las orejas, y tus sobrevivientes caerán a espada; te quitarán tus hijos y tus hijas, y los que queden serán consumidos por el fuego. ``También te despojarán de tus vestidos y te quitarán tus bellas joyas. ``Así pondré fin a tu lujuria y a tu prostitución {traídas} de la tierra de Egipto, y no levantarás {más} tus ojos hacia ellos ni recordarás más a Egipto." Porque así dice el Señor DIOS: ``He aquí, yo te entregaré en manos de los que odias, en manos de aquellos de los que te alejaste. ``Ellos te tratarán con odio, te quitarán todas tus posesiones y te dejarán desnuda y descubierta. Y será descubierta la vergüenza de tus prostituciones; tanto tu lujuria como tus prostituciones. ``Estas cosas se harán contigo porque te has prostituido con las naciones, porque te has contaminado con sus ídolos. ``Has andado en el camino de tu hermana; por eso yo te pondré su cáliz en tu mano." Así dice el Señor DIOS: ``Beberás el cáliz de tu hermana, que es hondo y ancho; servirá de risa y de escarnio {porque} es de gran capacidad. ``De embriaguez y de dolor te llenarás. El cáliz de horror y desolación es el cáliz de tu hermana Samaria. ``Lo beberás y lo agotarás; roerás sus fragmentos, y te desgarrarás los pechos. Porque yo he hablado" --declara el Señor DIOS. Por tanto, así dice el Señor DIOS: ``Porque me has olvidado y me has arrojado a tus espaldas, carga ahora con {el castigo de} tu lujuria y {de} tus prostituciones." También me dijo el SEÑOR: Hijo de hombre, ¿juzgarás a Aholá y a Aholibá? Hazles saber, pues, sus abominaciones. Porque han cometido adulterio y hay sangre en sus manos; han cometido adulterio con sus ídolos, y aun a sus hijos, que dieron a luz para mí, han hecho pasar por {el fuego} como alimento para los ídolos. Además me han hecho esto: han contaminado mi santuario en ese día y han profanado mis días de reposo; después de sacrificar sus hijos a sus ídolos, entraron en mi santuario el mismo día para profanarlo; y he aquí, así hicieron en medio de mi casa. Aún más, mandaron {llamar} a hombres que vinieran de lejos, a quienes se les envió un mensajero; y he aquí, vinieron. Para ellos te bañaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos; luego te sentaste en un suntuoso diván ante el cual estaba preparada una mesa en la que habías puesto mi incienso y mi aceite. Y el ruido de una multitud despreocupada {se oía} allí, multitud de hombres, bebedores traídos del desierto. Y pusieron brazaletes en las manos de las mujeres y hermosas coronas sobre sus cabezas. Entonces dije acerca de aquella que estaba consumida por {sus} adulterios: `` ¿Cometerán ahora fornicaciones con ella, estando ella {así?}" Y se llegaron a ella como quien se llega a una ramera. Así se llegaron a Aholá y a Aholibá, mujeres depravadas. Pero los hombres justos los juzgarán en el juicio de las adúlteras y en el juicio de las mujeres que derraman sangre, por ser ellas adúlteras y haber sangre en sus manos. Porque así dice el Señor DIOS: ``Tráigase una multitud contra ellas, y sean entregadas al terror y al pillaje. ``Y la multitud las apedreará y las cortará con sus espadas; matará a sus hijos y a sus hijas y prenderán fuego a sus casas. ``Y haré cesar la lascivia de la tierra, y todas las mujeres serán advertidas y no cometerán lascivia como vosotras. ``Y recaerá vuestra lascivia sobre vosotras, y cargaréis el castigo de {haber adorado} a vuestros ídolos; así sabréis que yo soy el Señor DIOS."
Canta jubilosa, hija de Sion. Lanza gritos {de alegría,} Israel. Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. El SEÑOR ha retirado {sus} juicios contra ti, ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el SEÑOR, está en medio de ti; ya no temerás mal alguno. Aquel día le dirán a Jerusalén: No temas, Sion; no desfallezcan tus manos.Leer más.
El SEÑOR tu Dios está en medio de ti, guerrero victorioso; se gozará en ti con alegría, en su amor guardará silencio, se regocijará por ti con cantos de júbilo.
Regocíjate sobremanera, hija de Sion. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna. Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. El hablará paz a las naciones, y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.
¿Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, vuestra casa se os deja desierta. Porque os digo que desde ahora {en adelante} no me veréis más hasta que digáis: ``BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR."
¿Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, vuestra casa se os deja desierta; y os digo que no me veréis {más,} hasta que llegue {el tiempo} en que digáis: ``BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR."
Habiendo dicho esto, iba delante, subiendo hacia Jerusalén. Y aconteció que cuando se acercó a Betfagé y a Betania, cerca del monte que se llama de los Olivos, envió a dos de los discípulos, diciendo: Id a la aldea que está enfrente, en la cual, al entrar, encontraréis un pollino atado sobre el cual nunca se ha montado nadie; desatadlo y traed{lo.}Leer más.
Y si alguien os pregunta: `` ¿Por qué {lo} desatáis?", de esta manera hablaréis: ``Porque el Señor lo necesita." Entonces los enviados fueron y {lo} encontraron como El les había dicho. Mientras desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Y ellos respondieron: Porque el Señor lo necesita. Y lo trajeron a Jesús, y echando sus mantos sobre el pollino, pusieron a Jesús {sobre él.} Y mientras El iba avanzando, tendían sus mantos por el camino. Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¿BENDITO EL REY QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¿Paz en el cielo y gloria en las alturas!
Cuando le llevaban, tomaron a un cierto Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús. Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El. Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos.Leer más.
Porque he aquí, vienen días en que dirán: ``Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron." Entonces comenzarán A DECIR A LOS MONTES: ``CAED SOBRE NOSOTROS"; Y A LOS COLLADOS: ``CUBRIDNOS." Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco? Y llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con El. Cuando llegaron al lugar llamado ``La Calavera", crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos. Y el pueblo estaba {allí} mirando; y aun los gobernantes se mofaban de El, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido. Los soldados también se burlaban de El, acercándose y ofreciéndole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también una inscripción sobre El, {que decía:} ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS. Y uno de los malhechores que estaban colgados {allí} le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces El le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso. Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos. Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU. Y habiendo dicho esto, expiró. Cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente. Y cuando todas las multitudes que se habían reunido para {presenciar} este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho. Pero todos sus conocidos y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.
Pero el primer {día} de la semana, al rayar el alba, {las mujeres} vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado. Y encontraron {que} la piedra {había sido} removida del sepulcro, y cuando entraron, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.Leer más.
Y aconteció que estando ellas perplejas por esto, de pronto se pusieron junto a ellas dos varones en vestiduras resplandecientes; y estando ellas aterrorizadas e inclinados sus rostros a tierra, ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea, diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. Eran María Magdalena y Juana y María, la {madre} de Jacobo; también las demás {mujeres} con ellas referían estas cosas a los apóstoles. Y a ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron. Pero Pedro se levantó y corrió al sepulcro; e inclinándose para mirar {adentro,} vio* sólo las envolturas de lino; y se fue a su casa, maravillado de lo que había acontecido.
Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre: La cual, {les dijo,} oísteis de mí; pues Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días. Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban, diciendo: Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?Leer más.
{Y} El les dijo: No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad; pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió {y le ocultó} de sus ojos.
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos.Leer más.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo es que cada uno de nosotros {los} oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros idiomas de las maravillas de Dios. Todos estaban asombrados y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? Pero otros se burlaban y decían: Están borrachos. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les declaró: Varones judíos y todos los que vivís en Jerusalén, sea esto de vuestro conocimiento y prestad atención a mis palabras, porque éstos no están borrachos como vosotros suponéis, pues {apenas} es la hora tercera del día; sino que esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel: Y SUCEDERA EN LOS ULTIMOS DIAS --dice Dios-- QUE DERRAMARE DE MI ESPIRITU SOBRE TODA CARNE; Y VUESTROS HIJOS Y VUESTRAS HIJAS PROFETIZARAN, VUESTROS JOVENES VERAN VISIONES, Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS; Y AUN SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARE DE MI ESPIRITU EN ESOS DIAS, y profetizarán. Y MOSTRARE PRODIGIOS ARRIBA EN EL CIELO Y SEÑALES ABAJO EN LA TIERRA: SANGRE, FUEGO Y COLUMNA DE HUMO. EL SOL SE CONVERTIRA EN TINIEBLAS Y LA LUNA EN SANGRE, ANTES QUE VENGA EL DIA GRANDE Y GLORIOSO DEL SEÑOR. Y SUCEDERA QUE TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO.
Y Saulo estaba de completo acuerdo con {ellos} en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles.