12 Versículo de la Biblia sobre La segunda venida de Cristo, el propósito
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así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin {relación con} el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo.
cuando El venga para ser glorificado en sus santos en aquel día y para ser admirado entre todos los que han creído; porque nuestro testimonio ha sido creído por vosotros.
Por tanto, no juzguéis antes de tiempo, {sino esperad} hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de parte de Dios.
Que venga nuestro Dios y no calle; el fuego consume delante de El, y a su derredor hay gran tempestad. El convoca a los cielos desde lo alto, y a la tierra, para juzgar a su pueblo,
Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo,
Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino:
Y vi un gran trono blanco y al que {estaba} sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y {los} libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es {el libro} de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras.
Entonces la luna se abochornará y el sol se avergonzará porque el SEÑOR de los ejércitos reinará en el monte Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos {estará su} gloria.
Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser {el reino} de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos.
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida;