44 Versículo de la Biblia sobre la autoimagen
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y vestíos del nuevo, el cual se va renovando en el conocimiento conforme a la imagen del que lo creó,
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
el cual transformará nuestro cuerpo vil, para que sea semejante a su cuerpo glorioso, según el poder con el cual puede también sujetar a sí todas las cosas.
y vestíos del nuevo hombre, que es creado según Dios, en justicia y en santidad verdadera.
Yo Jehová; éste es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Como en el agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al del hombre.
y Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia; el que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia,
Así cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba.
en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe de Él.
Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre las bestias, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.
el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación el ser igual a Dios;
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús;
que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.
Y le fue dado que diese vida a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hablase; e hiciese que todos los que no adorasen la imagen de la bestia fuesen muertos.
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias al Dios y Padre por medio de Él.
Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
sino el del hombre interior, el del corazón, en incorruptible ornato de espíritu humilde y apacible, lo cual es de grande estima delante de Dios.
¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis?
Porque Jehová será tu confianza, y Él preservará tu pie de ser preso.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
y no asiéndose de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.
Estamos confiados, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes con el Señor.
Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
Digo, pues, por la gracia que me ha sido dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí, que el que debe tener, sino que piense de sí con mesura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
Pero el varón no debe cubrir su cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón.
No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra imagen de piedra para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu.
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás.
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos;
Y ellos se la trajeron. Y les dijo: ¿De quién es esta imagen e inscripción? Y ellos le dijeron: De César.
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él.
Matará al malo la maldad; y los que aborrecen al justo serán asolados.
Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros tatuaje alguno: Yo Jehová.
Antes hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas, en Aquél que es la cabeza, en Cristo;
Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Y ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
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