79 Versículo de la Biblia sobre La fidelidad a Dios,
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Guarda la ordenanza del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, y guardando sus estatutos y mandamientos, y sus derechos, y sus testimonios de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que tengas entendimiento en todo lo que hicieres, y en todo aquello que emprendieres; para que confirme el SEÑOR la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren su camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón, y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón del trono de Israel.
Ahora pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Guardad, pues, que hagáis como el SEÑOR vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. En todo camino que el SEÑOR vuestro Dios os ha mandado andaréis, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de heredar.
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide el SEÑOR tu Dios de ti, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma; que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos, que yo te mando hoy, para que hayes bien?
Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que entendáis todo lo que hiciereis.
y restituiré tus jueces como al principio, y tus consejeros como de primero; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.
Porque tu marido será tu Hacedor; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra será llamado.
Anda, y clama en los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice el SEÑOR: Me he acordado de ti, de la misericordia de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tus vergüenzas; y te di juramento, y entré en pacto contigo, dijo el Señor DIOS, y fuiste mía;
Pablo, apóstol de Jesús el Cristo por la voluntad de Dios, a los santos que están en Efeso, y a los fieles en Cristo Jesús que están en Efeso:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como el Cristo es cabeza de la Iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. Así que, como la Iglesia está sujeta al Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.Leer más.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Para que sepas que el SEÑOR tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones;
Y yo me despertaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y él andará delante de mi Ungido \'
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha tomado tentación, sino la humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos esta profesión (de nuestra esperanza). Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO. Lleguémonos pues confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna.
retengamos firme la profesión de nuestra esperanza, que fiel es el que prometió.
Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como a fiel Creador, haciendo bien.
Aunque todos los pueblos anduvieren cada uno en el nombre de sus dioses, nosotros con todo andaremos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios para siempre y eternalmente.
Ahora pues, temed al SEÑOR, y servidle con perfección y con verdad; y quitad de en medio los dioses a los cuales honraron vuestros padres del otro lado del río, y en Egipto; y servid al SEÑOR. Y si mal os parece servir al SEÑOR, escogeos hoy a quién sirváis; o a los dioses a quien sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; que yo y mi casa serviremos al SEÑOR.
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano al arado mirare atrás, es hábil para el Reino de Dios.
No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo ha de enviar algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Y será que, si escuchareis cuidadosamente mis mandamientos que yo os mando hoy, amando al SEÑOR vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,
en mis ordenanzas caminare, y guardare mis derechos para hacer según la verdad, éste es justo; éste vivirá, dijo el Señor DIOS.
Solamente temed al SEÑOR, y servidle de verdad con todo vuestro corazón, porque considerad cuán grandes cosas ha hecho con vosotros.
Y les mandó, diciendo: Procederéis así con temor del SEÑOR, en verdad, y con corazón perfecto.
Y le entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran sobrestantes en la Casa del SEÑOR; los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la Casa del SEÑOR, para reparar y restaurar la Casa. Y dieron también a los oficiales y albañiles para que compraran piedra de cantería, y madera para los trabazones, y para la entabladura de las Casas, las cuales habían destruido los reyes de Judá. Y estos varones trabajaban con fidelidad en la obra; y eran sus gobernadores Jahat y Abdías, levitas de los hijos de Merari; y Zacarías y Mesulam de los hijos de Coat, para que activaran la obra; y de los levitas, todos los entendidos en instrumentos de música.
Ve a Hilcías, el sumo sacerdote, que completa el dinero que se ha traído la Casa del SEÑOR, que han recogido del pueblo los guardianes de la puerta, y que lo pongan en manos de los que hacen la obra, que tienen cargo de la Casa del SEÑOR, y que lo entreguen a los que hacen la obra en la Casa del SEÑOR, para reparar las aberturas de la Casa; a los carpinteros, a los maestros y albañiles, para comprar madera y piedra de cantería para reparar la Casa;Leer más.
y que no se les cuente el dinero cuyo manejo se les confiare, porque ellos proceden con fidelidad.
Mas los sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento de mi Santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos se acercarán a mí para ministrarme, y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dijo el Señor DIOS.
Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc, que guardaron mi observancia, que no erraron cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los levitas.
Y doy gracias al que me fortificó, a Cristo Jesús, Señor nuestro, de que me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;
Y metieron las ofrendas y diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello a Conanías, el levita, el principal, y Simei su hermano fue el segundo.
Así mismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que ha sido dada a las Iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo permaneció, y su profunda pobreza abundó en riquezas de su bondad. Porque conforme a sus fuerzas, (como yo testifico por ellos), y aun sobre sus fuerzas han sido liberales;Leer más.
rogándonos con muchas súplicas, que recibiéramos la gracia y la comunicación del ministerio que se hace para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios.
gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
Es palabra fiel: Que si somos muertos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará; si fuéremos infieles, él permanece fiel; no se puede negar a sí mismo.
porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
El que lleva en cautividad, va en cautividad; el que a espada matare, es necesario que a espada sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.
Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.
Cuando alguno hiciere voto al SEÑOR, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no contaminará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.
Cuando prometieres voto al SEÑOR tu Dios, no tardarás en pagarlo; porque ciertamente lo demandará el SEÑOR tu Dios de ti, y habría en ti pecado. Mas cuando te abstuvieres de prometer, no habrá en ti pecado. Guardarás lo que tus labios pronunciaren; y harás, como prometiste al SEÑOR tu Dios, lo que de tu libre voluntad hablaste por tu boca.
De ti será mi alabanza en la grande congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen.
Así cantaré tu Nombre para siempre, pagando mis votos cada día.
Mas yo alabándote con voz de confesión te sacrificaré; pagaré lo que prometí. Al SEÑOR sea el salvamento.
Téngannos los hombres por ministros del Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios. Se requiere sin embargo en los dispensadores, que cada uno sea hallado fiel.
Además considera tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y pondrás sobre el pueblo príncipes sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez.
Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar. No menosprecies el don que está en ti, que te es dado para profetizar mediante la imposición de las manos de los ancianos. En estas cosas ocúpate con cuidado, en éstas está todo; de manera que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.Leer más.
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; sé diligente en esto, porque si así lo hicieres, a ti mismo te salvarás y a los que te oyen.
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y apártate de las voces profanas de vanas cosas, y los argumentos del vano nombre de ciencia;
Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y caridad que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito consignado a ti por el Espíritu Santo que habita en nosotros.
Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros.
Requiero yo, pues, delante de Dios, y del Señor Jesús el Cristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su Reino. Que prediques la Palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende duramente; exhorta con toda paciencia y doctrina.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
Fíate del SEÑOR de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Confiad en el SEÑOR perpetuamente, porque en JAH, el SEÑOR está la fortaleza de los siglos.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
Estad, pues, firmes en la libertad en que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a estar presos en el yugo de servidumbre.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, acabada toda la obra.
Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.
Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.
Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.
Guarda mi alma, porque soy misericordioso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
guardando las veredas del juicio, y el camino de sus misericordiosos.
Y el SEÑOR pague a cada uno su justicia y su lealtad; que el SEÑOR te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido del SEÑOR.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Y él le dice: Está bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendrás potestad sobre diez ciudades.
Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que asienten conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.
El hombre de la verdad tendrá muchas bendiciones; mas el que se apresura a enriquecer, no será absuelto.
¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su familia para que les dé alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare haciendo así. De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá.
Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que a tiempo les dé su ración? Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así. En verdad os digo, que él le pondrá sobre todos sus bienes.
porque a mí ya me sacrifican, y el tiempo de mi desatamiento está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Desde ahora, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que desean su venida.
Ellos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es el Señor de señores, y el Rey de reyes; y los que están con él son llamados, y elegidos, y fieles.
Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dado juicio; y vi las almas de los degollados por el testimonio de Jesús, y por la palabra de Dios, que no adoraron la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron su marca en sus frentes, ni en sus manos, y vivirán y reinarán con Cristo los mil años.
Oíd palabra del SEÑOR, hijos de Israel, porque el SEÑOR pleitea con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.
Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
Y no ser como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no compuso su corazón, ni su espíritu fue fiel con Dios.
El principio de la palabra del SEÑOR con Oseas. Y dijo el SEÑOR a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicaciones; porque la tierra se dará a fornicar apartándose del SEÑOR.
Contra el SEÑOR se rebelaron, porque engendraron hijos extraños; ahora los devorará un mes con sus heredades.
No te alegres, oh Israel, gozando como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera por todas las eras de trigo.