46 Versículo de la Biblia sobre La injusticia, odiado por Dios
Versículos Más Relevantes
Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,Leer más.
el testigo falso que habla mentiras, y el que enciende rencillas entre los hermanos.
El peso falso abominación es al SEÑOR; mas la pesa cabal le agrada.
Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR; mas los obradores de la verdad su contentamiento.
El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos por igual son abominación al SEÑOR.
Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.
De David. Disputa, oh SEÑOR, con los que contra mí contienden; pelea con los que me combaten. Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda. Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud.Leer más.
Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal piensan. Sean como el tamo delante del viento; y el ángel del SEÑOR los acose. Sea su camino oscuridad y resbaladeros; y el ángel del SEÑOR el que los persiga. Porque sin causa escondieron para mí el hoyo de su red; sin causa hicieron hoyo para mi alma. Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa, y su red que escondió lo prenda; con quebrantamiento caiga en ella.
Sea su mesa delante de ellos por lazo, y lo que es para prosperidad les sea por tropiezo. Sean oscurecidos sus ojos para ver, y haz siempre titubear sus lomos. Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance.Leer más.
Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador. Porque persiguieron al que tú heriste; y se jactan que les matas sus enemigos. Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos con los justos.
Y el SEÑOR me lo hizo saber, y lo conocí; entonces me hiciste ver sus obras. Y yo como carnero o buey que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban contra mí designios, diciendo : Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, y no haya más memoria de su nombre. Mas, oh SEÑOR de los ejércitos, que juzgas justicia, que pruebas los riñones y el corazón, vea yo tu venganza en ellos; porque a ti he descubierto mi causa.
SEÑOR, mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo. ¿Se da por ventura mal por bien para que caven hoyo a mi alma? Acuérdate que me puse delante de ti para hablar bien por ellos, para apartar de ellos tu ira. Por tanto, entrega sus hijos a hambre, y hazlos escurrir por manos de cuchillo; y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a cuchillo en la guerra.Leer más.
Oigase clamor de sus casas, cuando trajeres sobre ellos ejército de repente; porque cavaron hoyo para tomarme, y a mis pies han escondido lazos. Mas tú, oh SEÑOR, conoces todo su consejo contra mí que es para muerte; no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro, y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu furor.
Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y dalos en presa en la tierra de su cautiverio. Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído delante de tu rostro; porque se airaron contra los que edificaban.
SEÑOR, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios. ¿Hasta cuándo los impíos, oh SEÑOR, hasta cuándo, se gozarán los impíos?Leer más.
¿Pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad? A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan, y a tu heredad afligen. A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida. Y dijeron: No verá JAH; y No lo tendrá en cuenta el Dios de Jacob.
Y clamaban a alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?
Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo;
Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había un juez en una ciudad, el cual ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Defiéndeme de mi adversario.Leer más.
Pero él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, porque al fin no venga y me muela. Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto. ¿Y Dios no defenderá a sus escogidos, que claman a él día y noche, aunque sea longánimo acerca de ellos? Os digo que los defenderá presto. Pero cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Yo pondré en salvo al que el impío enlaza.
¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley? Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. Mas el SEÑOR me ha sido por refugio; y mi Dios por peña de mi confianza.Leer más.
El cual hizo volver sobre ellos su iniquidad, y con su maldad los talará; los talará el SEÑOR nuestro Dios.
Porque es justo acerca de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan; y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús del cielo con los angeles de su potencia,
Alejandro el calderero me ha causado muchos males: Dios le pague conforme a sus hechos.
sabe el Señor librar de tentación a los píos, y reservar a los injustos para ser atormentados en el día del juicio;
Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles, y profetas; porque Dios ha juzgado vuestra causa sobre ella.
porque sus juicios son verdaderos y justos; porque él ha juzgado a la gran ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.
¡Ay de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía, por apartar del juicio a los pobres, y por quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; por despojar las viudas, y robar los huérfanos! ¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿Y a quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿Y a dónde dejaréis vuestra gloria?
No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Damasco, y por el cuarto, no la convertiré; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro. Y meteré fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad.
¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder. Y codiciaron las heredades, y las robaron; y casas, y las tomaron; oprimieron al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí, yo pienso sobre esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.
Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Y le hablarás, diciendo: Así dijo el SEÑOR: ¿No mataste y también has poseído? Y tornarás a hablarle, diciendo: Así dijo el SEÑOR: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, la tuya misma.
El testigo falso no será absuelto; y el que habla mentiras no escapará.
El testigo mentiroso perecerá; mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.
Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de sillares, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas. Porque he sabido de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados, que afligen al justo, y reciben cohecho, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa.
Oíd esto, los que tragáis a los menesterosos, y taláis a los pobres de la tierra, diciendo: Cuando pasare el mes, venderemos el trigo; y pasada la semana abriremos los alfolíes del pan, y achicaremos la medida, y engrandeceremos el precio, y falsearemos el peso engañoso; y compraremos los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo.Leer más.
El SEÑOR juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré para siempre de todas sus obras.
¡Ay de la ciudad de sangre, toda llena de mentira y de rapiña, no se aparta de ella el robo!
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Mas si el tal siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a herir a los siervos y a las criadas, y a comer y a beber y a embriagarse; vendrá el señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los infieles.
Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio; y esto delante de los infieles. Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no soportáis antes la injuria? ¿Por qué no soportáis antes la calumnia? Pero vosotros hacéis la injuria, y la calumnia, y esto a los hermanos.
que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.
Ea ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.Leer más.
He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros) clama, y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habéis recreado vuestros corazones como en el día de matar sacrificios . Habéis condenado y muerto al justo, y él no os resiste.
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén.
De David. Alef No te enojes con los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán presto cortados, y decaerán como verdor de renuevo.
Porque me enojé contra los locos, viendo la paz de los impíos. Porque no hay ataduras para su muerte; antes su fortaleza está entera. No pasan trabajos como otros seres humanos; ni son azotados con los hombres.Leer más.
Por tanto, la soberbia los corona; se cubren de vestido de violencia. Sus ojos están salidos de gruesos; logran con creces los antojos del corazón. Se soltaron, y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería. Ponen contra el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra. Por eso su pueblo volverá aquí, y aguas de lleno le son exprimidas. Y dirán: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en lo más alto?
Alcanzará piedad el impío, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad del SEÑOR. SEÑOR, cuando se levante tu mano, no verán; verán al cabo, y se avergonzarán con celo del pueblo. Y a tus enemigos fuego los consumirá.
¿No eres tú desde el principio, oh SEÑOR, Dios mío, Santo mío? No moriremos oh SEÑOR, para juicio lo pusiste; y fuerte lo fundaste para castigar. Limpio eres de ojos para no ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
No robes al pobre, porque es pobre, ni quebrantes en el juicio al necesitado;
Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.
No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito. De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío. No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.