34 Versículo de la Biblia sobre Las personas yendo a casa
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Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham se volvió a su lugar.
Así hicieron alianza en Beerseba: y se levantó Abimelec y Ficol, príncipe de su ejército, y se volvieron a tierra de los filisteos.
Y levantándose muy de mañana, Labán besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo. Luego partió Labán y regresó a su lugar.
Entonces Balaam dijo al Ángel de Jehová: He pecado, pues no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.
Y se volverá a su tierra con grande riqueza, y su corazón será contra el pacto santo; actuará, pues, contra éste, y se volverá a su tierra.
Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; mas tropezará y caerá, y no será hallado.
Y yéndose los hijos de Dan su camino, y viendo Micaía que eran más fuertes que él, se volvió y regresó a su casa.
Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab, porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan. Salió, pues, del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron a caminar para volverse a la tierra de Judá.
Así volvió Noemí, y con ella su nuera Ruth la moabita, la cual venía de los campos de Moab; y llegaron a Belén en el principio de la siega de las cebadas.
Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y se volvieron, y vinieron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su esposa, y Jehová se acordó de ella.
Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí.
Y Elí bendijo a Elcana y a su esposa, diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de este préstamo que es hecho a Jehová. Y se volvieron a su casa.
Y envió David mensajeros, y la tomó; y así que hubo entrado a él, él se acostó con ella; pues ella estaba purificada de su inmundicia. Y ella regresó a su casa.
Y Ahitofel, viendo que no se había puesto por obra su consejo, enalbardó su asno, y se levantó, y se fue a su casa en su ciudad; y después de disponer acerca de su casa, se ahorcó y murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en una casa en guarda, y les dio de comer; pero nunca más entró a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron en viudez de por vida.
Y el rey Salomón dio a la reina de Seba todo lo que ella quiso, y todo lo que pidió, además de lo que Salomón le dio como de mano del rey. Y ella se volvió, y se fue a su tierra con sus criados.
Y el rey Salomón dio a la reina de Seba todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que ella había traído al rey. Después se volvió y se fue a su tierra con sus siervos.
Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras.
Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
Y después de algunos días entró otra vez en Capernaúm, y se oyó que estaba en casa.
Y aconteció que cumpliéndose los días de su ministerio, se fue a su casa.
Y se quedó María con ella como tres meses, y se regresó a su casa.
Y al instante, se levantó en presencia de ellos, y tomando el lecho en que había estado acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.
Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.
Dijo, pues: Un hombre noble partió a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver.
Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.
Y ellos, habiendo testificado y predicado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén, y en muchas aldeas de los samaritanos predicaron el evangelio.