54 Versículo de la Biblia sobre Presentación
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Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás. Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor.
Amístate ahora con Él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo;
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Por otra parte, tuvimos a los padres de nuestra carne que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros.
diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Y dijo: Abba, Padre, todas las cosas te son posibles; aparta de mí esta copa; pero no sea mi voluntad, sino la tuya.
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que Él hace, eso también hace el Hijo igualmente.
Porque yo no he hablado de mí mismo; sino que el Padre que me envió, Él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna; así que, lo que yo hablo, como el Padre me lo ha dicho, así hablo.
Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Pero cuando dice: Todas las cosas son sujetadas a Él, claramente se exceptúa a Aquél que sujetó a Él todas las cosas. Y cuando todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará a Aquél que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo: Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo (en la cabecera del libro está escrito de mí) para hacer, oh Dios, tu voluntad.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús; el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación el ser igual a Dios; sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus propios maridos en todo.
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquél que todo lo llena en todo.
y Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia; el que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia,
Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres. Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
Y la paz de Dios reine en vuestros corazones; a la que asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos.
Mas sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego se olvida cómo era.Leer más.
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Porque yo testifico a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es provechoso.
Toda alma sométase a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las potestades que hay, de Dios son ordenadas.
Hermanos, ya conocéis a la familia de Estéfanas, que son las primicias de Acaya, y que se han hecho adictos al ministerio de los santos, os ruego que os sujetéis a los tales, y a todos los que con nosotros ayudan y trabajan.
Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
Le dijeron: De César. Entonces Él les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de Él.
Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.
Así que, el que se opone a la potestad, se opone a la ordenanza de Dios; y los que resisten recibirán para sí condenación. Porque los magistrados no están para atemorizar las buenas obras, sino las malas. ¿Quieres, pues, no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella. Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.Leer más.
Por tanto, es necesario que os sujetéis, no sólo por la ira, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto también pagáis los impuestos; porque son ministros de Dios que atienden continuamente a esto mismo. Pagad, pues, a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.
Recuérdales que se sujeten a los principados y potestades, que obedezcan a los magistrados, que estén dispuestos para toda buena obra.
Sujetaos a toda ordenación humana por causa del Señor; ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por Él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. Porque el marido es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus propios maridos en todo.
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos; a ser discretas, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos; para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Asimismo vosotras, esposas, sujetaos a vuestros propios maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
mas está bajo tutores y mayordomos hasta el tiempo señalado por el padre.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor.
Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo. No sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios de corazón. Sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres;Leer más.
sabiendo que el bien que cada uno hiciere, esto recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos según la carne, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia; porque a Cristo el Señor servís.
Exhorta a los siervos a ser obedientes a sus amos, y a que les agraden en todo; que no sean respondones; no defraudando, sino mostrando toda buena lealtad; para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
Siervos, sujetaos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y amables, sino también a los que son severos.
Igualmente, jóvenes, sujetaos a los ancianos; y todos sujetaos unos a otros, y vestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor: Yo Jehová.
Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella; para santificarla limpiándola en el lavamiento del agua por la palabra, para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.Leer más.
Así los maridos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama. Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y la cuida, como también el Señor a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos serán una sola carne. Este misterio grande es; mas yo hablo en cuanto a Cristo y a la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros en particular, ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa reverencie a su marido.
Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Exhorto, pues, ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre la heredad de Dios, sino siendo ejemplos de la grey.Leer más.
Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
Tópicos sobre Presentación
La presentación de Cristo
Mateo 4:3-4Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
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