54 Versículos de la Biblia sobre el respeto

Honrad a todos. Amad la hermandad. Temed a Dios. Honrad al rey.

Por lo demás, cada uno de vosotros en particular, ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa reverencie a su marido.

Siervos, sujetaos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y amables, sino también a los que son severos.

Amaos los unos a los otros con amor fraternal, en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o respecto a días de fiesta o de luna nueva, o de sábados;

y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.

Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa,

y los miembros del cuerpo que estimamos menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, son tratados con mucho más decoro.

Mas el que hace lo malo, recibirá el mal que hiciere, y no hay acepción de personas.

pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois convictos por la ley como transgresores.

Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que vuestro Señor también está en el cielo; y para Él no hay acepción de personas.

Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo.

y miráis con agrado al que trae ropa fina, y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y dijeres al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;

Y si invocáis al Padre, que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño;

a fin de que andéis honestamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.

Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis sábados guardaréis: Yo Jehová vuestro Dios.

Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro glorioso Señor Jesucristo, en acepción de personas.

Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo Padre, ¿dónde está mi honra? y si soy Señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor: Yo Jehová.

No lo digo porque tenga escasez; pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Honra a tu padre y a tu madre; y: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.

Pero ni aun así concordaba el testimonio de ellos.

Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; no te entremetas con los que son inestables;

Porque no hay acepción de personas para con Dios.

Pagad, pues, a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.

Sujetaos los unos a los otros en el temor de Dios.

diciendo: Había un juez en una ciudad, el cual ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.

No hará caso del Dios de sus padres, ni del amor de las mujeres: ni se cuidará de dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.

Asimismo, vosotros, maridos, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la esposa como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de vida; para que vuestras oraciones no sean estorbadas.

Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldijere a su padre o a su madre, muera de muerte.

Hacer acepción de personas, no es bueno. Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre.

mas no miró con agrado a Caín y a su ofrenda. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.

Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros:

Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la mentira.

No hagáis acepción de personas en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis. No tendréis temor del hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que os fuere difícil, lo traeréis a mí, y yo lo oiré.

desead, como niños recién nacidos, la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis;

Por otra parte, tuvimos a los padres de nuestra carne que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

No harás agravio en el juicio; no absolverás al pobre, ni favorecerás al poderoso; con justicia juzgarás a tu prójimo.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; y el conocimiento del Santo es la inteligencia.

Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;

Mucho, en todas maneras. Primero, porque ciertamente a ellos les ha sido confiada la palabra de Dios.

Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,

Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no amadores de ganancias deshonestas;