26 Versículo de la Biblia sobre Verano
Versículos Más Relevantes
Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste.
Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos sabéis que el verano ya está cerca.
Así me ha mostrado Jehová; y he aquí un canastillo de fruta de verano.
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así no conviene al necio la honra.
Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; mi verdor se volvió en sequedades de estío. (Selah)
Y heriré la casa de invierno con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán; y las grandes casas serán destruidas, dice Jehová.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama enternece, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca:
Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que monte la familia del rey; los panes y las pasas para que coman los criados; y el vino para que beban los que se cansen en el desierto.
Como frío de nieve en tiempo de la siega, así es el mensajero fiel a los que lo envían; pues al alma de su señor da refrigerio.
Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros, tomad el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlo en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado.
Con lloro de Jazer lloraré por ti, oh vid de Sibma; tus sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tus frutos de verano y sobre tu vendimia vino destruidor.
prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas; la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.
que al tiempo del calor son deshechas, y al calentarse, desaparecen de su lugar;
El que recoge en el estío es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.
Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros, tomad el vino, los frutos del verano y el aceite, y ponedlo en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado. Asimismo todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que estaban en todas las tierras, cuando oyeron decir como el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá, y que había puesto sobre ellos a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, todos estos judíos regresaron entonces de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron a tierra de Judá, a Gedalías en Mizpa; y tomaron vino y muchísima fruta de verano.
¡Ay de mí! porque he venido a ser como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer; mi alma desea los primeros frutos.
Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida:
Y serán dejados para las aves de los montes, y para las bestias de la tierra; sobre ellos pasarán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.
Entonces fue también desmenuzado el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y se tornaron como tamo de las eras del verano; y los levantó el viento, y nunca más se les halló lugar. Mas la piedra que hirió a la imagen, vino a ser una gran montaña, que llenó toda la tierra.
Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y me dijo Jehová: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; no le pasaré más.
Tópicos sobre Verano
El verano y el invierno
Génesis 8:22Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
los frutos de verano
2 Samuel 16:1Y cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí Siba, el criado de Mefiboset, que salía a recibirle con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien racimos de pasas, y cien panes de higos secos y un odre de vino.