45 Versículo de la Biblia sobre la cruz

donde le crucificaron, y con Él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.

Porque muchos andan, de los cuales os he dicho muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo;

Y estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María esposa de Cleofas, y María Magdalena.

Porque la predicación de la cruz es locura a los que se pierden; pero a nosotros los salvos, es poder de Dios.

Y cualquiera que no trae su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Y cuando el centurión que estaba delante de Él, vio que así clamando entregó el espíritu, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

Mas lejos esté de mí gloriarme, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.

Y Él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;

Y crucificaron con Él a dos ladrones, uno a su derecha, y otro a su izquierda.

El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, al cual vosotros matasteis colgándole en un madero.

Y saliendo, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a cargar su cruz.

A Éste, entregado por determinado consejo y presciencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;

Mas Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.

y hallado en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por las heridas del cual habéis sido sanados.

Entonces fueron crucificados con Él, dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.

cancelando el manuscrito de las ordenanzas que había contra nosotros, que nos era contrario, quitándolo de en medio y clavándolo en la cruz;

y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.

Porque aunque fue crucificado en flaqueza, sin embargo vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en Él, mas viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros.

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él;

Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Y en el lugar donde había sido crucificado había un huerto; y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.

Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

Y escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz. Y el escrito era: JESÚS DE NAZARET, EL REY DE LOS JUDÍOS.

Y obligaron a uno que pasaba, Simón cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, para que le llevase su cruz.

Y aconteció un día que Él entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.

y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo; así las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien Él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.

Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.

Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestiduras, echaron suertes.

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque escrito está: Maldito todo aquel que es colgado en un madero),

Y cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

Y cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él.

Y aquel día, cuando cayó la tarde, les dijo: Pasemos al otro lado.

Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os constriñen a que os circuncidéis; solamente para no sufrir persecución por la cruz de Cristo.

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.

Y cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que quiere decir, el lugar de la calavera,

Y llevándole, tomaron a un Simón cireneo, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase en pos de Jesús.