50 Versículo de la Biblia sobre El legalismo
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pero Israel, que procuraba la ley de la justicia, no ha alcanzado la ley de la justicia. ¿Por qué? Porque no la procuraron por fe, sino como por las obras de la ley, por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo,
Por tanto, por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de Él; pues por la ley es el conocimiento del pecado.
Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente; porque: El justo por la fe vivirá,
sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.
Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; porque ni entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.
Por tanto, por las obras de la ley ninguna carne será justificada delante de Él; pues por la ley es el conocimiento del pecado. Mas ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios es manifestada, siendo testificada por la ley y los profetas; la justicia de Dios que es por la fe de Jesucristo, para todos y sobre todos los que creen; porque no hay diferencia;Leer más.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús;
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por el cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que es de la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne, si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más; circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
y que adelantaba en el judaísmo sobre muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y omitís lo más importante de la ley; la justicia, y la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro.
Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos.
¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y ¿qué pide Jehová de ti? Solamente hacer justicia, y amar misericordia, y caminar humildemente con tu Dios.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y por pretexto, hacéis largas oraciones; por tanto llevaréis mayor condenación.
Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado. Y asimismo un levita, cuando llegó cerca de aquel lugar y lo vio, pasó por el otro lado.
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.
Mirad que no hagáis vuestras limosnas delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tenéis recompensa de vuestro Padre que está en el cielo. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados de los hombres; de cierto os digo: Ya tienen su recompensa.
Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas; y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí.
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen en alta estima, delante de Dios es abominación.
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer su propia justicia, no se han sujetado a la justicia de Dios.
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón lejos está de mí, y su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres.
Y respondiendo Él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí.
Pero en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Porque haciendo a un lado el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres; el lavamiento de jarros, de copas; y hacéis muchas otras cosas semejantes.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros, por fuera a la verdad, os mostráis justos a los hombres; pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
¿Por qué, pues, no has obedecido la voz de Jehová, sino que vuelto al despojo, has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la jornada que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas; pero el pueblo tomó del despojo ovejas y vacas, las primicias del anatema, para sacrificarlas a Jehová tu Dios en Gilgal.Leer más.
Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que la grosura de los carneros:
Pero Él respondió y les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó, diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldijere a su padre o a su madre, muera de muerte. Pero vosotros decís: Cualquiera que dijere a su padre o a su madre: Es mi ofrenda todo aquello con que pudiera ayudarte,Leer más.
y no honra a su padre o a su madre, será libre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, diciendo: Este pueblo se acerca a mí con su boca, y de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí. Pero en vano me honran; enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
Y les decía: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldijere a su padre o a su madre, muera de muerte. Pero vosotros decís: Si un hombre dice a su padre o a su madre: Es corbán (que quiere decir, mi ofrenda) todo aquello con que pudiera ayudarte; quedará libre,Leer más.
y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios por vuestra tradición que disteis. Y muchas cosas hacéis semejantes a éstas.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de desenfreno. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros guarda la ley? ¿Por qué procuráis matarme?
Entonces unos de los fariseos decían: Este hombre no es de Dios, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros? Y había disensión entre ellos.
Entonces Jesús les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
Y les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes.
Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
Guardáis los días, los meses, los tiempos, y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.
He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a guardar toda la ley. Cristo ha venido a ser sin efecto para vosotros los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, quedaría en pie?
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
Antes creemos que por la gracia del Señor Jesucristo somos salvos, del mismo modo que ellos.
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque escrito está: Maldito todo aquel que es colgado en un madero),
Decidme, los que queréis estar bajo la ley; ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la sierva, y otro de la libre. Pero el de la sierva nació según la carne; mas el de la libre lo fue por la promesa.Leer más.
Lo cual es una alegoría; porque éstos son los dos pactos; el uno del monte Sinaí, el cual engendra para servidumbre; el cual es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, que corresponde a la que ahora es Jerusalén, y está en servidumbre con sus hijos. Mas la Jerusalén de arriba es libre; la cual es la madre de todos nosotros. Porque está escrito: Alégrate estéril, tú que no das a luz: Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto, porque más son los hijos de la dejada, que de la que tiene marido. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que nació según la carne, perseguía al que nació según el Espíritu; así también es ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la sierva y a su hijo; porque el hijo de la sierva no será heredero con el hijo de la libre. Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?
Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados?
Pero el príncipe de la sinagoga respondió indignado porque Jesús había sanado en sábado, y dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de sábado.
el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo, mas para aquel que piensa ser inmunda alguna cosa, para él es inmunda.
Yo de cierto soy hombre judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, siendo celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.