39 Versículo de la Biblia sobre la generosidad

El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios el rey será su amigo.

Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina a los huesos.

anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches,

Sea la hermosura de Jehová nuestro Dios sobre nosotros; y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos, sí, la obra de nuestras manos confirma.

Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia.

Vuestra modestia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

Una cosa he demandado de Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad;

si es que habéis gustado la benignidad del Señor;

Y ahora por un breve momento se mostró la gracia de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos estaca en su lugar santo, a fin de alumbrar nuestros ojos nu.estro Dios y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre.

Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

Porque así dice Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles: porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y piedades.

Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, mirad que también abundéis en esta gracia.

Mas tú, Señor, eres Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;

La mujer agraciada tendrá honra, y los fuertes tendrán riquezas.

Tomé luego mi cayado Hermosura, y lo quebré, para deshacer mi pacto que concerté con todos los pueblos.

Pero por no serte muy tedioso, te ruego que nos oigas brevemente conforme a tu gentileza.

Porque a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia; y me compadeceré del que yo me compadezca.

Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por el que debo andar, porque a ti elevo mi alma.

«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo: Cántico» Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);

Y yo, Pablo mismo, os ruego por la mansedumbre y bondad de Cristo; yo que estando presente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros;

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

El que sigue la justicia y la misericordia, hallará la vida, la justicia y la honra.

Y todos daban testimonio de Él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es Éste el hijo de José?

Haga resplandecer Jehová su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia:

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;

con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportándoos los unos a los otros en amor,

nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo;

Misericordia y verdad no se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón;

Apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, esto es, a vosotros los pobres del rebaño. Y tomé para mí dos cayados; al uno puse por nombre Hermosura, y al otro Lazos; y apacenté las ovejas.

Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros, siendo rico se hizo pobre; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.