29 Versículo de la Biblia sobre las sumas de dinero indeterminadas
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José mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno {poniéndolo} en su saco, y que les dieran provisiones para el camino. Y así se hizo con ellos.
Entonces dijo a sus hermanos: ``{Me} ha sido devuelto mi dinero, y miren, está en mi costal." Y se les sobresaltó el corazón, y temblando se decían el uno al otro: `` ¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?"
Cuando vaciaron sus sacos, el atado del dinero de cada uno {estaba} en su saco. Y al ver ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
Ellos tenían miedo porque eran llevados a casa de José y dijeron: ``Por causa del dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez hemos sido traídos aquí, para tener pretexto contra nosotros y caer sobre nosotros y tomarnos por esclavos con nuestros asnos."
"También hemos traído otro dinero en nuestra mano para comprar alimentos. No sabemos quién puso nuestro dinero en nuestros costales."
Entonces {José} ordenó al mayordomo de su casa, diciendo: ``Llena de alimento los costales de los hombres, todo lo que puedan llevar, y pon el dinero de cada uno de ellos en la boca de su costal.
"Y mi copa, la copa de plata, ponla en la boca del costal del menor, con el dinero de su grano." Y el mayordomo hizo conforme a lo que había dicho José.
Y cuando uno {de ellos} abrió su saco para dar forraje a su asno en la posada, vio que su dinero estaba en la boca de su costal.
"Y tomen doble {cantidad de} dinero en su mano, y lleven de nuevo en su mano el dinero que fue devuelto en la boca de sus costales. Tal vez fue un error.
Tomaron, pues, los hombres este presente, doble {cantidad de} dinero en su mano y a Benjamín. Se levantaron y descendieron a Egipto y se presentaron delante de José.
"El dinero que encontramos en la boca de nuestros costales, se lo volvimos a traer de la tierra de Canaán. ¿Cómo, pues, habíamos de robar de la casa de su señor plata u oro?
Y José recogió todo el dinero que había en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán a cambio del grano que {le} compraban, y José trajo el dinero a la casa de Faraón. Cuando se acabó el dinero en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, todos los Egipcios vinieron a José, diciendo: ``Denos alimento, pues ¿por qué hemos de morir delante de usted? ya que {nuestro} dinero se ha acabado."
Cuando se acabó el dinero en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, todos los Egipcios vinieron a José, diciendo: ``Denos alimento, pues ¿por qué hemos de morir delante de usted? ya que {nuestro} dinero se ha acabado."
Entonces José dijo: ``Entreguen sus ganados y yo les daré {alimento} por sus ganados, puesto que {su} dinero se ha acabado."
Y terminado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: ``No encubriremos a mi señor que el dinero se ha acabado, y que el ganado pertenece a mi señor. No queda nada para mi señor, excepto nuestros cuerpos y nuestras tierras.
el dueño del pozo hará restitución. Dará dinero a su dueño, y el {animal} muerto será suyo.
entonces {lo} cambiarás por dinero, y atarás el dinero en tu mano e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja.
Giman, habitantes del Mortero, Porque será silenciado todo el pueblo de Canaán, Exterminados todos los que pesan plata.
`Tu plata y tu oro son míos; míos son también tus mujeres y tus hijos más hermosos.'"
Después volvieron los mensajeros y dijeron: ``Así dice Ben Adad: `Por cierto que envié a decirte: ``Me darás tu plata, tu oro, tus mujeres y tus hijos."
~`Mía es la plata y Mío es el oro,' declara el SEÑOR de los ejércitos.
Que viva, pues, y se le dé del oro de Sabá, Y que se ore por él continuamente; Que todo el día se le bendiga.
Una multitud de camellos te cubrirá, Camellos jóvenes de Madián y de Efa. Todos los de Sabá vendrán, Traerán oro e incienso, Y traerán buenas nuevas de las alabanzas del SEÑOR.
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
Y haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los que cambiaban el dinero y volcó las mesas.
Y arrojando las monedas de plata en el santuario, Judas se marchó; y fue y se ahorcó.
Los principales sacerdotes tomaron las monedas de plata, y dijeron: ``No es lícito ponerlas en el tesoro del templo, puesto que es precio de sangre."
Después de reunirse con los ancianos y deliberar con ellos, dieron una gran cantidad de dinero a los soldados,
Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Y este dicho se divulgó extensamente entre los Judíos hasta hoy.