'Arte' en la Biblia

Y harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura, y carmesí: y harás querubines de obra de arte.

Y harás también un velo de azul, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido: será hecho de obra de arte, con querubines:

Y harán el efod de oro y azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de arte.

Y harás el pectoral del juicio de obra de arte; lo harás conforme a la obra del efod; lo harás de oro, azul, púrpura, carmesí y lino fino torcido.

Y harás de ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, según el arte del perfumista, el cual será el aceite de la unción santa.

Y harás de ello un perfume de confección según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo.

Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda {clase de} arte,

Y lo ha llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda {clase de} arte,

y en el labrado de piedras de engaste, y en el tallado de madera, y para trabajar en toda clase de obra de arte.

y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de diseño, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar; para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.

Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de azul, y de púrpura y carmesí; las cuales hicieron de obra de arte, con querubines.

Hizo asimismo el velo de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con querubines de obra de arte.

Hizo también el pectoral de obra de arte, como la obra del efod, de oro, azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.

Y lo sepultaron en el sepulcro que él había excavado para sí en la ciudad de David, y lo pusieron sobre el lecho que él había llenado de especias de varias clases, mezcladas según el arte de los perfumistas; y le encendieron una hoguera muy grande.

Cantadle cántico nuevo; tañed con arte, con voz de júbilo.

contra todas las naves de Tarsis y contra toda obra de arte preciada.

Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la naturaleza divina sea semejante a oro, plata o piedra, esculpidos por el arte y el pensamiento humano.

Porque nosotros no os hemos dado a conocer la potencia y la venida de nuestro Señor, Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.