'Casa' en la Biblia
Y entrando en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose le adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra.
ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
Pero yo os digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio.
Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.
Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.
y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste que yacía en cama con fiebre.
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces dijo* al paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Y sucedió que estando El sentado {a la mesa} en la casa, he aquí, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron {a la mesa} con Jesús y sus discípulos.
Cuando entró Jesús en la casa del oficial, y vio a los flautistas y al gentío en ruidoso desorden,
Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a El los ciegos, y Jesús les dijo*: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron*: Sí, Señor.
Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo {de paz}.
Y si la casa es digna, que vuestro {saludo de} paz venga sobre ella; pero si no es digna, que vuestro {saludo de} paz se vuelva a vosotros.
Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.
Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!
y LOS ENEMIGOS DEL HOMBRE {serán} LOS DE SU MISMA CASA.
cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?
Y conociendo {Jesús} sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un {hombre} fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata? Y entonces saqueará su casa.
Entonces dice: ``Volveré a mi casa de donde salí"; y cuando llega, {la} encuentra desocupada, barrida y arreglada.
Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó a la orilla del mar.
Entonces dejó a la multitud y entró en la casa. Y se le acercaron sus discípulos, diciendo: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
Y El les dijo: Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Y se escandalizaban a causa de El. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
El dijo*: Sí. Y cuando él llegó a casa, Jesús se le anticipó, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes cobran tributos o impuestos los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?
Y les dijo*: Escrito está: ``MI CASA SERA LLAMADA CASA DE ORACION", pero vosotros la estáis haciendo CUEVA DE LADRONES.
He aquí, vuestra casa se os deja desierta.
el que esté en la azotea, no baje a sacar las cosas de su casa;
Pero comprended esto: si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, hubiera estado alerta y no hubiera permitido que entrara en su casa.
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo?
Y El respondió: Id a la ciudad, a cierto {hombre}, y decidle: ``El Maestro dice: `Mi tiempo está cerca; {quiero} celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.'"