'Ciudad' en la Biblia
Todos los años aquel hombre subía de su ciudad para adorar y ofrecer sacrificio al SEÑOR de los ejércitos en Silo. Allí los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, eran sacerdotes del SEÑOR.
Cuando llegó, Elí estaba sentado en {su} asiento junto al camino esperando ansiosamente, porque su corazón temblaba por causa del arca de Dios. Así pues, el hombre fue a anunciar{lo} en la ciudad, y toda la ciudad prorrumpió en gritos.
Pero después que la habían trasladado, la mano del SEÑOR estuvo contra la ciudad {causando} gran confusión; e hirió a los hombres de la ciudad, desde el menor hasta el mayor, saliéndoles tumores.
Por tanto, mandaron a reunir a todos los príncipes de los Filisteos, y les dijeron: ``Saquen de aquí el arca del Dios de Israel, y que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo." Porque había un pánico mortal por toda la ciudad; la mano de Dios se hizo muy pesada allí.
Y los hombres que no murieron fueron heridos con tumores, y el clamor de la ciudad subió hasta el cielo.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: ``Escúchalos y nómbrales un rey." Entonces Samuel dijo a los hombres de Israel: ``Váyase cada uno a su ciudad."
El criado le respondió: ``Mira, en esta ciudad hay un hombre de Dios, el cual es tenido en alta estima; todo lo que él dice se cumple sin falta. Vayamos ahora, quizá pueda orientarnos acerca de la jornada que hemos emprendido."
Entonces Saúl dijo a su criado: ``Bien dicho; anda, vamos." Y fueron a la ciudad donde {estaba} el hombre de Dios.
Según subían por la cuesta de la ciudad, se encontraron con unas muchachas que salían a sacar agua y les preguntaron: `` ¿Está aquí el vidente?"
Y ellas les respondieron: ``Sí, él {va} delante de ustedes. Apresúrense ahora, pues ha venido a la ciudad porque el pueblo tiene hoy un sacrificio en el lugar alto.
"Cuando entren en la ciudad lo encontrarán antes que suba al lugar alto a comer, pues el pueblo no comerá hasta que él llegue, porque él tiene que bendecir el sacrificio; después comerán los convidados. Suban ahora, que lo encontrarán enseguida."
Ellos, pues, subieron a la ciudad. Cuando entraban a la ciudad, Samuel salía hacia ellos para subir al lugar alto.
Cuando descendieron del lugar alto a la ciudad, {Samuel} habló con Saúl en el terrado.
Mientras descendían a las afueras de la ciudad, Samuel dijo a Saúl: ``Dile al criado que pase delante de nosotros y siga, pero tú quédate para que yo te declare la palabra de Dios."
"Después llegarás a la colina de Dios donde está la guarnición de los Filisteos; y sucederá que cuando llegues a la ciudad, allá encontrarás a un grupo de profetas que descienden del lugar alto con arpa, pandero, flauta y lira delante de ellos, y estarán profetizando.
Saúl fue a la ciudad de Amalec y se emboscó en el valle.
Samuel hizo lo que el SEÑOR dijo, y fue a Belén. Y los ancianos de la ciudad vinieron a su encuentro temblando y dijeron: `` ¿Vienes en paz?"
Entonces David tomó la cabeza del Filisteo y la llevó a Jerusalén (Ciudad de Paz), pero puso sus armas en su tienda.
"Si tu padre me echa de menos, entonces di{le:} `David me rogó mucho {que le dejara} ir a toda prisa a Belén (Casa del Pan) su ciudad, porque allá {se celebra} el sacrificio anual por toda la familia.'
Me dijo: `Te ruego que me dejes ir, pues nuestra familia tiene sacrificio en la ciudad y mi hermano me ha mandado que asista. Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego me dejes ir para ver a mis hermanos.' Por este motivo no ha venido a la mesa del rey."
Entonces Jonatán dio sus armas al muchacho y le dijo: ``Vete, lléva{las} a la ciudad."
Y Jonatán dijo a David: ``Vete en paz, ya que nos hemos jurado el uno al otro en el nombre del SEÑOR, diciendo: `El SEÑOR esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre.'" {David} se levantó y se fue, y Jonatán entró en la ciudad.
Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, la hirió a filo de espada, tanto a hombres como a mujeres, tanto a niños como a niños de pecho; también {hirió} a filo de espada bueyes, asnos y ovejas.
Cuando se avisó a Saúl que David había ido a Keila, Saúl dijo: ``Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en una ciudad con puertas dobles y barras."
Entonces David dijo: ``Oh SEÑOR, Dios de Israel, Tu siervo ciertamente ha oído que Saúl procura venir a Keila para destruir la ciudad por causa mía.
Entonces David dijo a Aquis: ``Si he hallado ahora gracia ante sus ojos, que me dé un lugar en una de las aldeas en el campo para que habite allí; pues, ¿por qué ha de morar su siervo con usted en la ciudad real?"
Samuel había muerto, y todo Israel lo había llorado, y lo habían sepultado en Ramá su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra a los adivinos y espiritistas.
Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, vieron que había sido quemada; y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos.
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