'Escarnecedores' en la Biblia
Ya no hay conmigo sino escarnecedores, en cuyas amarguras se detienen mis ojos.
BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
con los lisonjeros escarnecedores truhanes, crujiendo sobre mí sus dientes.
Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará gracia.
Aparejados están juicios para los escarnecedores, Y azotes para los cuerpos de los insensatos.
Los hombres escarnecedores enlazan la ciudad: Mas los sabios apartan la ira.
Por tanto, oíd la palabra del SEÑOR, oh escarnecedores, gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.
Y ahora, no continuéis como escarnecedores, no sea que se hagan más fuertes vuestros grillos, pues de parte del Señor, DIOS de los ejércitos, he oído de una destrucción decretada sobre la tierra.