'Están' en la Biblia
Los cachorros de los leones rugieron sobre él, alzaron su voz; y asolaron su tierra; quemadas están sus ciudades, sin morador.
¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense, a ver si te pueden librar en el tiempo de tu aflicción; porque según el número de tus ciudades, oh Judá, fueron tus dioses.
Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño: así se hicieron grandes y ricos.
Erguidos están como palmera, pero no hablan; necesitan ser llevados porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque no pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
Mi tienda es destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos se han ido de mí, y perecieron. No hay ya quien levante mi tienda, ni quien ponga mis cortinas.
Como ave de rapiña es mi heredad para mí; las aves en derredor están contra ella. Venid, reuníos, vosotras todas las bestias del campo, venid a devorarla.
Porque mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos.
Así dice Jehová Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, con las cuales vosotros peleáis contra el rey de Babilonia y contra los caldeos, que os tienen sitiados fuera de la muralla, y yo los reuniré en medio de esta ciudad.
y a todos los reyes de Tiro, y a todos los reyes de Sidón, y a los reyes de las islas que están de ese lado del mar;
y a Dedán, y Tema, y Buz, y a todos los que están al cabo del mundo;
y a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros; y a todos los reinos de la tierra que están sobre la faz de la tierra: y el rey de Sesac beberá después de ellos.
Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran poder y con mi brazo extendido, y la di a quien yo quise.
Porque así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni miréis a vuestros sueños que soñáis.
Y todos los trasportados de Judá que están en Babilonia, tomarán de ellos maldición, diciendo: Jehová te ponga como a Sedequías y como a Acab, los cuales asó al fuego el rey de Babilonia.
Oíd palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las islas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá y lo guardará como un pastor a su rebaño.
grande en consejo, y poderoso en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras;
Y edificaron altares a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas a Moloc, lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá.
Así dice Jehová: En este lugar, del cual decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas sin hombre y sin morador y sin animal, aún se ha de oír
¿Y dónde están vuestros profetas que os profetizaban, diciendo: No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros, ni contra esta tierra?
Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá: y he aquí que ellas están el día de hoy asoladas, y ni hay en ellas morador;
Se derramó, por tanto, mi furor y mi ira, y se encendió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y fueron destruidas y desoladas, como están hoy.
He aquí que yo velo sobre ellos para mal, y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto, serán consumidos a espada y de hambre, hasta que perezcan del todo.
Aullad: ¡Cómo ha sido quebrantado! ¡Cómo volvió la cerviz Moab, y fue avergonzado! Y fue Moab en escarnio y en espanto a todos los que están en sus alrededores.
Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se han quedado en sus fortalezas; les faltaron las fuerzas, se han vuelto como mujeres; encendieron sus casas, quebrados están sus cerrojos.
Y los vados fueron tomados, y los juncos fueron quemados a fuego, y los hombres de guerra están aterrados.
Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.