'Esto' en la Biblia
Y dijo Dios a Salomón: ``Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a Mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,
"Voy a edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de El, {para colocar} continuamente los panes de la proposición y para ofrecer holocaustos por la mañana y por la tarde, en los días de reposo, en las lunas nuevas y en las fiestas señaladas del SEÑOR nuestro Dios; esto {será ordenanza} perpetua en Israel.
El rey no escuchó al pueblo, porque esto venía de parte de Dios, para que el SEÑOR confirmara la palabra que El había hablado por medio de Ahías el Silonita a Jeroboam, hijo de Nabat.
`Así dice el SEÑOR: ``No subirán ni pelearán contra sus hermanos; vuelva cada uno a su casa, porque de Mí ha venido esto."'" Y ellos escucharon las palabras del SEÑOR y desistieron de ir contra Jeroboam.
"Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquéllos cuyo corazón es completamente Suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti."
Entonces Asa se irritó contra el vidente y lo metió en la cárcel, porque {estaba} enojado contra él por esto. Por ese tiempo, Asa oprimió a algunos del pueblo.
El mensajero que fue a llamar a Micaías le advirtió: ``Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Por esto te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y hables favorablemente."
Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: `` ¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto {traer} sobre ti la ira del SEÑOR?
Aconteció después de esto, que los Moabitas, los Amonitas, y con ellos {algunos} de los Meunitas, vinieron a pelear contra Josafat.
Después de esto Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel. Al hacer esto obró impíamente.
Después de todo esto, el SEÑOR hirió a Joram en los intestinos con una enfermedad incurable.
"Esto es lo que harán: una tercera parte de ustedes, de los sacerdotes y los Levitas que entran en el día de reposo {estarán de} porteros;
Sucedió después de esto que Joás decidió restaurar la casa del SEÑOR.
Así que reunió a los sacerdotes y a los Levitas, y les dijo: ``Salgan a las ciudades de Judá, y recojan dinero de todo Israel para reparar anualmente la casa de su Dios; y dense prisa en esto." Pero los Levitas no se apresuraron.
Amasías dijo al hombre de Dios: `` ¿Y qué {debo} hacer con los 3.4 toneladas que he dado a las tropas de Israel?" ``El SEÑOR tiene mucho más que darle que esto," respondió el hombre de Dios.
Y mientras el profeta hablaba con él, el {rey} le dijo: `` ¿Acaso te hemos constituido consejero real? Detente. ¿Por qué {buscas que} te maten?" Entonces el profeta se detuvo, y dijo: ``Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo."
Pero Amasías no quiso escuchar, porque esto {venía} de Dios, para entregarlo en mano {de Joás,} porque había buscado los dioses de Edom.
"Por eso nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos y nuestras hijas y nuestras mujeres están en cautividad a causa de esto.
Mientras toda la asamblea adoraba, también los cantores cantaban y las trompetas sonaban; todo esto {continuó} hasta que se consumió el holocausto.
Y esto pareció bien a los ojos del rey y de toda la asamblea.
Cuando todo esto había terminado, todos {los de} Israel que estaban presentes, salieron a las ciudades de Judá, despedazaron los pilares {sagrados,} cortaron las Aseras. También derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y además en Efraín y Manasés, hasta acabar con todos ellos. Entonces todos los Israelitas volvieron a sus ciudades, cada cual a su posesión.
Después de esto, mientras Senaquerib, rey de Asiria, {estaba} sitiando Laquis con todas sus fuerzas, envió a sus siervos a Jerusalén, a decirle a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén:
Proclamaron esto a gran voz en la lengua de Judá al pueblo de Jerusalén que {estaba} sobre la muralla, para espantarlos y aterrorizarlos, para así poder tomar la ciudad.
Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amoz, oraron sobre esto, y clamaron al cielo.
Y muchos traían presentes al SEÑOR en Jerusalén y presentes valiosos a Ezequías, rey de Judá, de modo que después de esto fue engrandecido delante de todas las naciones.
Después de esto, Manasés edificó la muralla exterior de la ciudad de David al occidente de Gihón, en el valle, hasta la entrada de la Puerta del Pescado; y rodeó {con ella} el Ofel y la hizo muy alta. Entonces puso capitanes del ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.
Entonces Hilcías fue con los que el rey había dicho a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, encargado del vestuario. Ella habitaba en Jerusalén en el segundo sector, y hablaron con ella acerca de esto.
Entonces quitaron los holocaustos para dárselos a las secciones de las casas paternas de los hijos del pueblo, para que {los} presentaran al SEÑOR, como está escrito en el Libro de Moisés. Hicieron esto también con los bueyes.
Después de todo esto, cuando Josías había terminado de reparar el templo, Necao, rey de Egipto, subió para combatir en Carquemis junto al Eufrates, y Josías salió para enfrentarse a él.