'Fueron' en la Biblia
Elías entonces le dijo: Eliseo, te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado a Jericó. Pero él dijo: Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Y fueron a Jericó.
Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive el SEÑOR, y vive tu alma, que no te dejaré. Y así fueron los dos.
Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon frente {a ellos,} a lo lejos, mientras ellos dos se pararon junto al Jordán.
Cuando lo vieron los hijos de los profetas que {estaban} en Jericó frente {a él}, dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo. Y fueron a su encuentro y se postraron en tierra ante él.
Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo.
Y Josafat dijo: ``La palabra del SEÑOR está con él." Así que el rey de Israel y Josafat y el rey de Edom fueron adonde estaba Eliseo.
Y cuando los vasos fueron llenos, dijo a su hijo: Tráeme aún otro vaso. Y él dijo: No hay más vasos. Entonces cesó el aceite.
Cuando llegó al monte, los tomó de sus manos y los guardó en la casa, luego despidió a los hombres y ellos se fueron.
Y cuando los leprosos llegaron a las primeras estancias, entraron en una tienda, y comieron y bebieron, y tomaron de allí plata, oro, y vestido, y fueron, y lo escondieron; y vueltos, entraron en otra tienda, y de allí también tomaron, y fueron, y escondieron.
Y fueron y llamaron a los guardas de la puerta de la ciudad, y les informaron, diciendo: Fuimos al campamento de los arameos, y he aquí que no había allí nadie, ni siquiera voz de hombre; solamente los caballos atados, también los asnos atados y las tiendas intactas.
Y ellos fueron, y los siguieron hasta el Jordán; y he aquí, todo el camino estaba lleno de vestidos y de vasos que los sirios habían arrojado con la premura. Y volvieron los mensajeros, y lo hicieron saber al rey.
Y cuando fueron pasados los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para clamar al rey por su casa, y por sus tierras.
Entonces Joram dijo: Preparad el carro. Y prepararon su carro. Y salieron Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro, y fueron al encuentro de Jehú, y lo hallaron en el campo de Nabot de Jezreel.
Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos.
Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo a los de su guardia y a los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los hirieron a espada; y los dejaron tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad de la casa de Baal,
Sólo que los lugares altos no fueron quitados; el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; porque el pueblo aun sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Y tomó todo el oro, y la plata, y todos los vasos que fueron hallados en la Casa del SEÑOR, y en los tesoros de la casa del rey, y los hijos en rehenes, y se volvió a Samaria.
Sólo que los lugares altos no fueron quitados; el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en los lugares altos. Este también edificó la puerta más alta de la Casa del SEÑOR.
Sin embargo, ellos no escucharon, sino que fueron tercos como sus padres, que no creyeron en el SEÑOR su Dios.
Y desecharon sus estatutos, y su pacto que él había concertado con sus padres; y sus testimonios, que él había protestado contra ellos; y siguieron la vanidad, y fueron hechos vanos, y fueron en pos de los gentiles que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había mandado el SEÑOR que no hicieran a la manera de ellos.
Confió en el SEÑOR, Dios de Israel; y después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni {entre los} que fueron antes de él,
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa {real,} el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces.
Y sus moradores, cortos de manos, quebrantados y confusos, fueron cual hierba del campo, como legumbre verde, y heno de los tejados, que antes que venga á madurez es seco.
Por cuanto Manasés rey de Judá ha hecho estas abominaciones, y ha hecho más mal que todo lo que hicieron los amorreos que fueron antes de él, y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos;
Entonces el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías fueron a la profetisa Hulda, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, encargado del vestuario; ella habitaba en Jerusalén en el segundo sector, y hablaron con ella.
Y él dijo: Dejadlo; ninguno mueva sus huesos; y así fueron salvados sus huesos, y los huesos del profeta que había venido de Samaria.
A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los oficiales y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes que hacían la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia.
Abierta ya la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y se fueron por el camino de la campiña.
Entonces levantándose todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor, con los capitanes del ejército, se fueron a Egipto por temor de los caldeos.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (97)
- Éxodo (32)
- Levítico (4)
- Números (89)
- Deuteronomio (8)
- Josué (47)
- Jueces (35)
- Rut (1)
- 1 Samuel (42)
- 2 Samuel (31)
- 1 Reyes (27)
- 2 Reyes (31)
- 1 Crónicas (211)
- 2 Crónicas (33)
- Esdras (13)
- Nehemías (20)
- Ester (11)
- Job (15)
- Salmos (36)
- Proverbios (1)
- Eclesiastés (6)
- Isaías (26)
- Jeremías (54)
- Lamentaciones (13)
- Ezequiel (48)
- Daniel (20)
- Oseas (6)
- Joel (2)
- Amós (1)
- Abdías (1)
- Miqueas (2)
- Nahúm (2)
- Habacuc (3)
- Sofonías (1)
- Zacarías (4)