'Gravosos' en la Biblia
Y respondió el rey a Absalón: No, hijo mío, no vamos todos, para que no te seamos gravosos. Y aunque porfió con él, no quiso ir, mas lo bendijo.
He oído muchas cosas como éstas; consoladores gravosos sois todos vosotros.
Se postró Bel, se doblegó Nebo. Sus ídolos fueron puestos sobre bestias, sobre animales de carga; vuestros acarreos fueron muy pesados, muy gravosos para las bestias cansadas.
Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
ni comimos el pan de balde de ninguno; sino obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
Porque esta es la caridad de Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos.