'Lloraron' en la Biblia
Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron.
Y se requerían cuarenta días para ello, porque este es el tiempo requerido para el embalsamamiento. Y los egipcios lo lloraron setenta días.
Y los hijos de Israel lloraron a Moisés por treinta días en la llanura de Moab; así se cumplieron los días de llanto {y} duelo por Moisés.
Y subieron los hijos de Israel y lloraron delante del SEÑOR hasta la noche, y consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Nos acercaremos otra vez para combatir contra los hijos de mi hermano Benjamín? Y el SEÑOR dijo: Subid contra él.
Todos los hijos de Israel y todo el pueblo subieron y vinieron a Betel y lloraron; y permanecieron allí delante del SEÑOR y ayunaron ese día hasta la noche. Y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR.
Entonces el pueblo vino a Betel, y permaneció allí delante de Dios hasta la noche; y alzaron sus voces y lloraron amargamente.
Que el SEÑOR os conceda que halléis descanso, cada una en la casa de su marido. Entonces las besó, y ellas alzaron sus voces y lloraron,
Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su suegra, pero Rut se quedó con ella.
Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David {lloró} más.
Murió Samuel, y se reunió todo Israel y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Después David se levantó y descendió al desierto de Parán.
Entonces David y la gente que {estaba} con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron fuerzas para llorar.
Y se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y {por} la casa de Israel, porque habían caído a espada.
Y aconteció que apenas había acabado de hablar, he aquí, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron; y también el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente.
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo reconocieron, levantaron sus voces y lloraron. Cada uno de ellos rasgó su manto y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas.
Y {algunos} hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él.