'Mano' en la Biblia
"Cualquiera que salga de las puertas de tu casa a la calle, su sangre {caerá} sobre su propia cabeza, y {quedaremos} libres; pero la sangre de cualquiera que esté en la casa contigo {caerá} sobre nuestra cabeza si alguien pone su mano sobre él.
para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano del SEÑOR es poderosa, a fin de que ustedes teman (reverencien) al SEÑOR su Dios para siempre."
Cuando Josué estaba ya cerca de Jericó, levantó los ojos y vio que un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y Josué fue hacia él y le dijo: `` ¿Es usted de los nuestros o de nuestros enemigos?"
Pero el SEÑOR dijo a Josué: ``Mira, he entregado en tu mano a Jericó, y a su rey {con sus} valientes guerreros.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: ``No temas ni te acobardes. Toma contigo a todo el pueblo de guerra y levántate, sube a Hai. Mira, he entregado en tu mano al rey de Hai, su pueblo, su ciudad y su tierra.
Entonces el SEÑOR dijo a Josué: ``Extiende la jabalina que está en tu mano hacia Hai, porque la entregaré en tu mano." Y Josué extendió hacia la ciudad la jabalina que estaba en su mano.
Los {que estaban} emboscados se levantaron rápidamente de su lugar, y corrieron cuando él extendió su mano, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella, inmediatamente le prendieron fuego a la ciudad.
Josué no retiró su mano con la cual tenía extendida la jabalina, hasta que hubo exterminado por completo a todos los habitantes de Hai.
"Y nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos dijeron: `Tomen provisiones en su mano para el camino, vayan a su encuentro y díganles: ``Somos siervos de ustedes; hagan, pues, pacto con nosotros."'
~`Y si el vengador de la sangre lo persigue, ellos no entregarán al acusado en su mano, porque hirió a su prójimo sin premeditación y sin odiarlo de antemano.
Estas fueron las ciudades designadas para todos los Israelitas y para el extranjero que resida entre ellos, para que cualquiera que hubiera matado a cualquier persona sin intención, pudiera huir allí, y no muriera a mano del vengador de la sangre hasta que hubiera comparecido ante la congregación.
Y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los Rubenitas, a los Gaditas y a la media tribu de Manasés: ``Hoy sabemos que el SEÑOR está en medio de nosotros, porque no han cometido esta infidelidad contra el SEÑOR. Ahora han librado a los Israelitas de la mano del SEÑOR."
~`Pero Yo no quise escuchar a Balaam; y él tuvo que bendecirlos a ustedes, y los libré de su mano.