'Primicias' en la Biblia
También la fiesta de la cosecha de las primicias de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de recoger a la salida del año, cuando habrás recogido tus labores del campo.
Los principios de las primicias de tu tierra traerás a la Casa del SEÑOR tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre.
Y te harás la fiesta de las semanas de las primicias de la siega del trigo; y la fiesta de recoger a la vuelta del año.
El principio de las primicias de tu tierra meterás en la Casa del SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
En la ofrenda de las primicias las ofreceréis al SEÑOR; mas no subirán sobre el altar como olor aceptable.
Y si ofrecieres al SEÑOR presente de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano desmenuzado ofrecerás por ofrenda de tus primicias.
Habla a Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, y segareis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla de las primicias de vuestra siega;
De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias al SEÑOR.
Y el sacerdote los presentará en ofrenda mecida delante del SEÑOR, con el pan de las primicias, y los dos corderos; santidad serán del SEÑOR para el sacerdote.
``De las primicias de vuestra masa elevaréis una torta como ofrenda; como la ofrenda de la era, así la elevaréis.
De las primicias de vuestras masas daréis al SEÑOR ofrenda por vuestras generaciones.
De aceite, de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán al SEÑOR, a ti las he dado.
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán al SEÑOR, serán tuyas; todo limpio en tu casa comerá de ellas.
Además, el día de las primicias, cuando ofreciereis presente nuevo al SEÑOR en vuestras semanas cumplidas, tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis.
Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;
entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da, y lo pondrás en un canastillo, e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.
Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh SEÑOR. Y lo dejarás delante del SEÑOR tu Dios, y te inclinarás delante del SEÑOR tu Dios.
Mas el pueblo tomó del despojo ovejas y vacas, las primicias del anatema, para sacrificarlas al SEÑOR tu Dios en Gilgal.
Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da al pueblo para que coman.
Y cuando la palabra tomó fuerza al multiplicarse, les fue mutiplicado a los hijos de Israel muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; y trajeron asimismo los diezmos de todas las cosas en abundancia.
Y metieron las primicias y diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello á Chônanías Levita, el principal, y Simi su hermano fué el segundo.
Y que cada año traeríamos las primicias de nuestra tierra, y las primicias de todo fruto de todo árbol cada año, a la Casa del SEÑOR.
Que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y de nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la Casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra a los levitas; y que los levitas recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades.
Y en aquel día fueron puestos varones sobres las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias, y de los diezmos; para juntar en ellas, de los campos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y para los levitas; porque la alegría de Judá era sobre los sacerdotes y levitas que servían.
y para la ofrenda de la leña en los tiempos señalados, y para las primicias. Acuérdate de mí, Dios mío, para bien.
E hirió a todo primogénito en Egipto, las primicias de las fuerzas en las tiendas de Cam.
También hirió {de muerte} a todo primogénito de su tierra; las primicias de todo su vigor.
Honra al SEÑOR de tu sustancia, y de las primicias de todos tus frutos;
Santidad era Israel al SEÑOR, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran serán hallados culpables; mal vendrá sobre ellos, dice el SEÑOR.
Porque en el monte de mi Santidad, en el alto monte de Israel, dijo el Señor DIOS, allí me servirá toda la Casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los querré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas.
Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofreciere de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; daréis asimismo las primicias de todas vuestras masas al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas.
No venderán de ello, ni permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra; porque es consagrado al SEÑOR.
Como uvas en el desierto hallé a Israel; como las primicias de la higuera en su primera cosecha vi a vuestros padres. {Pero} fueron a Baal-peor y se consagraron a la vergüenza, y se hicieron tan abominables como lo que amaban.
¿Robará el hombre á Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? Los diezmos y las primicias.
Y no sólo ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo.
asimismo a la Iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, (que es) las primicias de Acaya en Cristo.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron (es hecho).
Mas cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
Y os ruego, hermanos, (ya sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos,)
Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido por primicias de salud, por la santificación del Espíritu y la fe en la verdad;
El, de su voluntad nos ha engendrado por la Palabra de verdad, para que seamos las primicias de sus criaturas.
Estos son los que con mujeres no son contaminados; porque son vírgenes. Estos siguen al Cordero por dondequiera que fuere. Estos son comprados de entre los hombres por primicias para Dios, y para el Cordero.