'Reprende' en la Biblia
He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso.
¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el argumento de vosotros?
¿Es a causa de tu piedad que El te reprende, que entra en juicio contigo?
¿Podrá el que censura contender con el Todopoderoso? El que reprende a Dios, responda a esto.
Reprende escuadrón de lanza, escuadrón de fuertes con señores de pueblos hollándolos con sus piezas de plata; destruye los pueblos que quieren guerras.
porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
El que castiga al burlador, afrenta se acarrea; el que reprende al impío, se atrae mancha.
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; reprende al sabio, y te amará.
El escarnecedor no ama al que le reprende; Ni se allega á los sabios.
Golpea al escarnecedor y el ingenuo se volverá astuto, pero reprende al inteligente y ganará conocimiento.
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua.
Los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo para el que reprende en la puerta de la ciudad, y hacen que se desvíe el justo con vanidad.
Y haré se pegue tu lengua á tu paladar, y estarás mudo, y no serás á ellos varón que reprende: porque son casa rebelde.
Ellos odian en la puerta al que reprende, y aborrecen al que habla {con} integridad.
El reprende al mar, y lo hace secar, y hace secar todos los ríos; Basán fue destruido, y el Carmelo, y la flor del Líbano fue destruida.
Y dijo el SEÑOR a Satanás: El SEÑOR te reprende, oh Satanás; el SEÑOR, que ha escogido a Jerusalén, te reprende. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
Entonces algunos de los fariseos de la multitud, le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
Que prediques la Palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende duramente; exhorta con toda paciencia y doctrina.
Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie.
Y si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.
Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;