'Sea' en la Biblia
Pero Ana no subió, pues dijo a su marido: ``{No subiré} hasta que el niño sea destetado. Entonces lo llevaré para que se presente delante del SEÑOR y se quede allí para siempre."
Y el SEÑOR dijo a Samuel: ``Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que Me han desechado a Mí para que Yo no sea rey sobre ellos.
Cuando llegaron a la tierra de Zuf, Saúl dijo al criado que estaba con él: ``Ven, regresemos, no sea que mi padre deje {de preocuparse} por las asnas y se angustie por nosotros."
``Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre Mi pueblo Israel, y él librará a Mi pueblo del dominio de los Filisteos. Porque Yo he visto la aflicción de Mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta Mí."
Pero Nahas el Amonita les dijo: ``{Lo} haré con esta condición: que a todos ustedes les saque yo el ojo derecho; así haré que esto sea una afrenta sobre todo Israel."
En toda la tierra de Israel no podía hallarse ningún herrero, pues los Filisteos decían: ``No sea que los Hebreos hagan espadas o lanzas."
Pero los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: ``Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, {antes} que me haya vengado de mis enemigos." Y nadie del pueblo probó alimento.
Entonces uno del pueblo {le} dijo: ``Tu padre puso bajo estricto juramento al pueblo y dijo: `Maldito sea el hombre que tome alimento hoy.'" Y el pueblo estaba desfallecido.
Pero el pueblo dijo a Saúl: `` ¿Debe morir Jonatán, el que ha obtenido esta gran liberación en Israel? No sea así. Vive el SEÑOR que ni un cabello de su cabeza caerá a tierra, porque él ha obrado con Dios en este día." Así el pueblo rescató a Jonatán, y no murió.
Y David añadió: ``El SEÑOR, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de la mano de este Filisteo." Y Saúl dijo a David: ``Ve, y que el SEÑOR sea contigo."
Entonces Saúl dijo a David: ``Mira, te daré por mujer a Merab, mi hija mayor, con tal que me seas hombre valiente y pelees las batallas del SEÑOR." Pues Saúl {se} decía: ``No será mi mano contra él, sino sea contra él la mano de los Filisteos."
Y David respondió a Saúl: `` ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, {o quién es} la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?"
Y Saúl {se} dijo: ``Se la daré para que le sirva de lazo y para que la mano de los Filisteos sea contra él." Saúl, pues, dijo a David por segunda vez: ``Serás mi yerno hoy."
Entonces Jonatán dijo a David: ``El SEÑOR, Dios de Israel, {sea testigo.} Cuando yo haya hablado con mi padre como a esta hora mañana, {o} al tercer {día,} si hay buen {ánimo} para con David, ¿no habré de enviar a ti para hacértelo saber?
"Si mi padre quiere hacerte mal, que así haga el SEÑOR a Jonatán y aun le añada si no te lo hago saber y te envío para que vayas en paz. Y que el SEÑOR sea contigo, como ha sido con mi padre.
"Sea el SEÑOR juez y decida entre usted y yo; que El vea y defienda mi causa y me libre de su mano."
Y se echó a sus pies y le dijo: ``Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Le ruego que permita que su sierva le hable, y que escuche las palabras de su sierva.
Entonces David dijo a Abigail: ``Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que te envió hoy a encontrarme,
bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has impedido derramar sangre hoy y vengarme por mi propia mano.
Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: ``Bendito sea el SEÑOR, que ha defendido la causa de mi afrenta de manos de Nabal, y ha preservado a Su siervo del mal. El SEÑOR también ha devuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza." Entonces David envió un mensaje a Abigail, para tomarla para sí por mujer.
"Así como su vida fue preciosa ante mis ojos hoy, que así sea preciosa mi vida ante los ojos del SEÑOR, y que El me libre de toda aflicción."
David no dejaba con vida hombre ni mujer para traer a Gat y dijo: ``No sea que nos descubran, diciendo: `Así ha hecho David, y así {ha sido} su costumbre todo el tiempo que ha morado en el territorio de los Filisteos.'"
Entonces Saúl dijo a sus siervos: ``Búsquenme una mujer que sea adivina para ir a consultarla." Y sus siervos le dijeron: ``Hay una mujer en Endor que es adivina."
Pero los jefes de los Filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: ``Haz que ese hombre se vaya, y regrese al lugar que le asignaste, y no le permitas que descienda a la batalla con nosotros, no sea que en la batalla se convierta en nuestro adversario. Pues, ¿con qué podría hacerse él aceptable a su señor? ¿No {sería} con las cabezas de estos hombres?
Entonces Saúl dijo a su escudero: ``Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y me traspasen y hagan burla de mí." Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Así que Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.