1 Crónicas 4:10

E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, que me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y que tu mano fuera conmigo y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

Génesis 12:2

y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Génesis 12:8

Y se pasó de allí a un monte al oriente de Betel, y tendió su tienda, teniendo a Betel al occidente y Hai al oriente; y edificó allí un altar a Jehová e invocó el nombre de Jehová.

Génesis 32:26

Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Génesis 32:28

Y Él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque como príncipe has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Génesis 33:20

Y erigió allí un altar, y le llamó: El Poderoso Dios de Israel.

Génesis 48:16

el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos muchachos; y mi nombre sea nombrado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.

Josué 17:14-18

Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué me has dado por heredad una sola suerte y una sola parte, siendo yo un pueblo tan grande y que Jehová me ha así bendecido hasta ahora?

Jueces 1:27-36

Tampoco Manasés echó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a los que habitaban en Meguido y en sus aldeas; mas los cananeos quisieron habitar en esta tierra.

1 Samuel 1:17

Y Elí respondió, y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho.

1 Reyes 3:7-13

Ahora pues, Jehová Dios mío, tú has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo no soy sino un joven, y no sé cómo entrar ni salir.

1 Crónicas 16:8

Dad gracias a Jehová, invocad su nombre, dad a conocer entre los pueblos sus obras.

Job 12:4

Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y Él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido.

Job 22:27-28

Orarás a Él, y Él te oirá; y tú pagarás tus votos.

Salmos 21:4

Vida te demandó, y le diste largura de días eternamente y para siempre.

Salmos 32:3-4

Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

Salmos 51:8

Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.

Salmos 51:12

Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente.

Salmos 55:16

En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará.

Salmos 65:2

Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne.

Salmos 66:19-20

Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi súplica.

Salmos 72:17

Su nombre será para siempre, perpetuado será su nombre mientras dure el sol; y benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado.

Salmos 99:6

Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; invocaban a Jehová, y Él les respondía.

Salmos 116:1-4

Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas.

Salmos 119:173

Que tu mano me ayude; Porque tus mandamientos he escogido.

Proverbios 10:22

La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella.

Proverbios 30:8

Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí. No me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario;

Isaías 41:10

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Isaías 41:17

Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay, se secó de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.

Jeremías 33:3

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y difíciles que tú no conoces.

Mateo 6:13

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por siempre. Amén.

Mateo 7:7-11

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Mateo 26:75

Y Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Lucas 19:42

diciendo: ¡Oh si hubieses conocido, aun tú, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos.

Juan 10:28

y yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

Juan 21:17

Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro, entristecido de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Le dijo: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

Hechos 3:26

A vosotros primeramente, Dios, habiendo resucitado a su Hijo Jesús, le envió para que os bendijese, al convertirse cada uno de su maldad.

Romanos 10:12-14

Porque no hay diferencia entre judío y griego; porque el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan.

Romanos 12:9

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, apegaos a lo bueno.

Romanos 16:19

Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos. Así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis sabios para el bien, y simples para el mal.

1 Corintios 1:2

a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.

2 Corintios 2:1-7

Esto, pues, determiné para conmigo, no venir otra vez a vosotros con tristeza.

Efesios 1:3

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

Efesios 3:20

Y a Aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos, según el poder que opera en nosotros,

Efesios 4:30

Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.

2 Timoteo 4:18

Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A Él sea gloria por siempre jamás. Amén.

Apocalipsis 3:19

Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)