1 Pedro 1:13
Por lo cual, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, esperad por completo en la gracia que se os traerá en la manifestación de Jesucristo.
1 Pedro 4:7
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.
1 Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Lucas 12:35
Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
Lucas 17:30
Así también será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
Efesios 6:14
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la coraza de justicia;
Éxodo 12:11
Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
1 Reyes 18:46
Y la mano de Jehová fue sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y vino corriendo delante de Acab hasta llegar a Jezreel.
2 Reyes 4:29
Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve; y si alguno te encontrare, no lo saludes; y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño.
Job 38:3
Ciñe ahora como varón tus lomos; yo te preguntaré, y respóndeme tú.
Job 40:7
Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me lo declararás.
Isaías 11:5
Y la justicia será el cinto de sus lomos, y la fidelidad el ceñidor de sus riñones.
Jeremías 1:17
Tú pues, ciñe tus lomos, y levántate, y háblales todo lo que yo te mande. No temas ante su presencia, para que yo no te quebrante delante de ellos.
Lucas 17:8
¿No le dice más bien: Adereza qué cene, y cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?
Lucas 21:34-35
Y mirad por vosotros mismos, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Romanos 13:13
Andemos honestamente, como de día; no en desenfrenos y borracheras; no en lujurias y lascivias, ni en contiendas y envidias.
Romanos 15:4-13
Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia y consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
1 Corintios 1:7
De manera que nada os falta en ningún don; esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo;
1 Corintios 13:13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad.
1 Tesalonicenses 5:6-8
Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.
2 Tesalonicenses 1:7
y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando sea revelado del cielo el Señor Jesús con sus ángeles poderosos,
2 Timoteo 4:5
Pero tú vela en todo, soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio.
2 Timoteo 4:8
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Tito 2:11-13
Porque la gracia de Dios que trae salvación se ha manifestado a todos los hombres,
Hebreos 3:6
pero Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.
Hebreos 6:19
La cual tenemos como ancla del alma, segura y firme, y que penetra hasta dentro del velo;
Hebreos 9:28
Así también Cristo fue ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que le esperan.
Hebreos 10:35
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
1 Pedro 1:3-9
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;
1 Pedro 3:15
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
1 Juan 3:3
Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido