1 Samuel 23:26

Y Saúl iba por un lado del monte, y David con los suyos por el otro lado del monte; y David se daba prisa para ir delante de Saúl; mas Saúl y los suyos habían encerrado a David y a los suyos para tomarlos.

Salmos 17:9

De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que me cercan por la vida.

1 Samuel 19:12

Y Mical descolgó a David por una ventana; y él se fue, y huyó, y se escapó.

1 Samuel 20:38

Y volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Date prisa, aligera, no te pares. Y el criado de Jonatán cogió las saetas, y se vino a su señor.

2 Samuel 15:14

Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos, y huyamos, porque no podremos escapar de otra manera delante de Absalón; daos prisa a andar, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada.

2 Samuel 17:21-22

Y después que ellos partieron, aquellos salieron del pozo, y se fueron, y dieron aviso al rey David; y le dijeron: Levantaos y daos prisa a pasar las aguas, porque Ahitofel ha dado tal consejo contra vosotros.

2 Crónicas 20:12

¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos lo que hemos de hacer, mas en ti están puestos nuestros ojos.

Salmos 17:11

Nuestros pasos nos han cercado ahora; puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.

Salmos 22:12

Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.

Salmos 22:16

Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.

Salmos 31:22

Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

Salmos 118:11-13

Me cercaron y me asediaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Salmos 140:1-9

Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde.

2 Corintios 1:8

Porque hermanos, no queremos que ignoréis nuestra tribulación que nos fue hecha en Asia; que (sobremanera) fuimos cargados más allá de nuestras fuerzas, de tal manera que estuvimos en duda de la vida.

Apocalipsis 20:9

Y subieron sobre la anchura de la tierra, y circundaron el campo de los santos, y la Ciudad amada. Y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró.

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