1 Samuel 25:24

Y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y oye las palabras de tu sierva.

2 Samuel 14:9

Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sean sin culpa.

Génesis 44:18

Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay señor mío, te ruego que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres como Faraón.

Génesis 44:33-34

Te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.

1 Samuel 25:28

Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa firme a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.

2 Samuel 14:12

Y la mujer dijo: Te ruego que hable tu sierva una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla.

2 Reyes 4:37

Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; después tomó su hijo, y salió.

Ester 8:3

Volvió luego Esther a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agageo, y su designio que había formado contra los judíos.

Mateo 18:29

Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)