2 Crónicas 18:13
Y dijo Michêas: Vive Jehová, que lo que mi Dios me dijere, eso hablaré. Y vino al rey.
Números 22:35
Y el ángel de Jehová dijo á Balaam: Ve con esos hombres: empero la palabra que yo te dijere, esa hablarás. Así Balaam fué con los príncipes de Balac.
Números 22:18-20
Y Balaam respondió, y dijo á los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de Jehová mi Dios, para hacer cosa chica ni grande.
Números 24:13
Si Balac me diése su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de Jehová para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio; mas lo que Jehová hablare, eso diré yo?
Números 23:12
Y él respondió, y dijo: ¿No observaré yo lo que Jehová pusiere en mi boca para decirlo?
Números 23:26
Y Balaam respondió, y dijo á Balac: ¿No te he dicho que todo lo que Jehová me dijere, aquello tengo de hacer?
1 Reyes 22:14
Y Michêas respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.
Jeremías 23:28
El profeta con quien fuere sueño, cuente sueño; y el con quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová.
Jeremías 42:4
Y Jeremías profeta les dijo: Ya he oído. He aquí que voy á orar á Jehová vuestro Dios, como habéis dicho; y será que todo lo que Jehová os respondiere, os enseñaré: no os reservaré palabra.
Ezequiel 2:7
Les hablarás pues mis palabras, escuchen ó dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
Miqueas 2:6-7
No profeticéis, dicen á los que profetizan; no les profeticen que los ha de comprender vergüenza.
Hechos 20:27
Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios.
1 Corintios 11:23
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fué entregado, tomó pan;
2 Corintios 2:17
Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios: antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.
Gálatas 1:10
Porque, ¿persuado yo ahora á hombres ó á Dios? ¿ó busco de agradar á hombres? Cierto, que si todavía agradara á los hombres, no sería siervo de Cristo.
1 Tesalonicenses 2:4
Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan á los hombres, sino á Dios, el cual prueba nuestros corazones.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido