2 Reyes 1:13

Y volvió á enviar el tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta: y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, hincóse de rodillas delante de Elías, y rogóle, diciendo: Varón de Dios, ruégote que sea de valor delante de tus ojos mi vida y la vida de es

Isaías 1:5

¿Para qué habéis de ser castigados aún? todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.

Éxodo 11:8

Y descenderán á mí todos estos tus siervos, é inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el pueblo que está bajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salióse muy enojado de con Faraón.

Números 12:11-13

Y dijo Aarón á Moisés: ­Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado.

1 Samuel 26:21

Entonces dijo Saúl: He pecado: vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.

1 Reyes 13:6

Entonces respondiendo el rey, dijo al varón de Dios: Te pido que ruegues á la faz de Jehová tu Dios, y ora por mí, que mi mano me sea restituída. Y el varón de Dios oró á la faz de Jehová, y la mano del rey se le recuperó y tornóse como antes.

Job 15:25-26

Por cuanto él extendió su mano contra Dios, Y se esforzó contra el Todopoderoso,

Salmos 72:14

De engaño y de violencia redimirá sus almas: Y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.

Salmos 102:17

Habrá mirado á la oración de los solitarios, Y no habrá desechado el ruego de ellos.

Proverbios 27:22

Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo á pisón majados, No se quitará de él su necedad.

Eclesiastés 9:3

Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida: y después, á los muertos.

Isaías 60:14

Y vendrán á ti humillados los hijos de los que te afligieron, y á las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y llamarte han Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel.

Isaías 66:2

Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová: mas á aquél miraré que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla á mi palabra.

Santiago 4:7

Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.

Apocalipsis 3:9

He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas mienten; he aquí, yo los constreñiré á que vengan y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado.

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