Parallel Verses
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
La lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
La Biblia de las Américas
Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre. Y él salió de su presencia leproso, {blanco} como la nieve.
Reina Valera 1909
La lepra de Naamán se te pegará á ti, y á tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
La Nueva Biblia de los Hispanos
"Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tus descendientes para siempre." Y él salió de su presencia leproso, {blanco} como la nieve.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
La lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
Spanish: Reina Valera Gómez
Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
New American Standard Bible
"Therefore, the leprosy of Naaman shall cling to you and to your descendants forever." So he went out from his presence a leper as white as snow.
Artículos
Referencias Cruzadas
Éxodo 4:6
Y le dijo además el SEÑOR: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
Números 12:10
Y la nube se apartó del tabernáculo; y he aquí que María era leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.
2 Reyes 15:5
Mas el SEÑOR hirió al rey con lepra, y fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó en casa separada, y Jotam hijo del rey tenía el cargo de la casa, juzgando al pueblo de la tierra.
Josué 7:25
y dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete el SEÑOR en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron a fuego, después de apedrearlos con piedras;
1 Samuel 2:30-36
Por tanto, el SEÑOR el Dios de Israel dijo: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora dijo el SEÑOR: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles.
2 Samuel 3:29
Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien muera a espada, ni quien tenga falta de pan.
2 Reyes 5:1
Naamán, general del ejército del rey de Siria, era gran varón delante de su señor, y en alta estima, porque el SEÑOR había dado salvación a Siria por él. Era este hombre valeroso de virtud, pero leproso.
Isaías 59:2-3
pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho cubrir su rostro de vosotros, para no oíros.
Oseas 10:13
Habéis arado impiedad, segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira; porque confiaste en tu camino, y en la multitud de tus fuertes.
Malaquías 2:3-4
He aquí, reprendo su simiente, y esparciré el estiércol sobre vuestros rostros, el estiércol de vuestras solemnidades, y con él seréis removidos.
Malaquías 2:8-9
Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Mateo 27:3-5
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos,
Hechos 5:5
Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
Hechos 5:10
Y luego cayó a los pies de él, y expiró; y entrados los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
Hechos 8:20
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, qué piensas que el don de Dios se gana por dinero.
1 Timoteo 6:10
Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
2 Pedro 2:3
y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas, sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su perdición no se duerme.